Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti, dueños de Edenor, salieron esta semana a reclamarle a Javier Milei una deuda de "$1.154 billones (al tipo de cambio actual sería 1.350 millones de dólares) producto del congelamiento tarifario que data desde 2019 y la falta de compensaciones por ajustes.
El requerimiento quedó planteado en el informe y la documentación que Edenor presentó para la audiencia pública, junto con el pedido de los mayores ingresos que necesitará para prestar el servicio y llevar adelante las inversiones y las obras de mantenimiento a lo largo del año, según señala IProfesional.
Edenor argumenta que la deuda -que suma retrasos tarifarios de Mauricio Macri y Alberto Fernández- combina ítems tarifarios y no tarifarios.
Según consigna el mencionado portal económico, entre los retrasos tarifarios figuran deudas por $1.143 billones por precio estacional, diferencias del Costo Propio de Distribución (CPD), variaciones de alícuotas de cargas patronales y diferencias por menor demanda prevista del período 2017-2021.
En la columna de los no tarifarios, que ascienden a $10.992 millones, se apuntan "costos de control de alimentadores de media tensión, consumos de electrodependientes, gastos en vacunatorios Covid-19, subsidios atrasados de entidades de bien público y barrios populares y retrasos en los pagos de organismos oficiales nacionales y provinciales".
En el informe Edenor indica que "la empresa tiene derecho a reclamar esa suma de $1.154 billones en cumplimiento de las obligaciones legales y contractuales asumidas por el Estado Nacional y que se le compense por los daños sufridos", la presentación de Edenor remarcó que la valuación de lo reclamado ha sido avalada "por dos universidades nacionales de reconocido prestigio como la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Lomas de Zamora".
Edenor tiene 2,5 millones de clientes, equivalentes a 9 millones de usuarios en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano.
Dueños de todo
Vila y Manzano son viejos conocidos en Mendoza por su sociedad en empresas de medios, que luego se expandió al rubro energético con EDEMSA, a los juegos y casinos, entre otros rubros. El Grupo UNO, y luego la corporación América, fue la punta de lanza desde la que construyeron poder de fuego mediático primero en Mendoza, luego en Santa Fe y después en Buenos Aires.
Tiempo atrás comenzaron a desinvertir y achicar los medios en las provincias - lo cual incluyó planes de despidos masivos y retiros voluntarios- para concentrarse en el negocio petrolero en Vaca Muerta a través de Phoenix y de Grecoil.
En Mendoza tienen varias concesiones de fracking que han sido beneficiadas por exenciones impositivas y por el plan iniciado por decretos de Alfredo Cornejo de bajar las regalías que deberían pagarle a la provincia a cambio de explorar la roca del subsuelo.
Grecoil fue adquirida por Vila-Manzano en 2011 como parte de su expansión en el rubro energético. Su plan es avanzar con la búsqueda de inversiones para expandir en fracking en el sur de Mendoza.
En tanto, Manzano tiene el 4% en Phoenix, en Vaca Muerta. Phoenix nació como resultado de un acuerdo entre Andes Energía y Petrolera El Trébol (PETSA), que era la subsidiaria para la exploración y producción de gas de Mercuria.
Manzano también posee 243.000 hectáreas de litio (de las 400.000 hectáreas ya desarrolladas en Jujuy y Catamarca a través de Integra Capital, la empresa que fundó en 1995 en Washington.
y maneja Integra Capitals, a través de la cual se quedó con la explotación de la mina de Potasio que abandonó Vale en Malargüe.