Más de 800 trabajos penden de un hilo en la histórica fábrica de conservas La Colina, de San Rafael, que en plena temporada suspendió a todos sus obreros mientras espera que aparezca algún comprador.
Rubén Castro, delegado de los trabajadores, calificó como "inédito" en la historia de la fábrica que en pleno enero no esté con sus turno a full. Entrevistado por fm Vos, remarcó que "el 30 de enero estaba suspendida toda la gente, nunca ha pasado eso. No vamos a llegar a 2 millones de latas esta temporada”. En otras épocas, dijo, la fábrica llegó a elaborar entre 12 y 15 millones de latas de durazno, 6 millones de tomate, 4 millones de salsa y 3 millones de puré.
La Colina se encamina hacia un final como el de Alco Canale, que fue alquilada a la cordobesa Dulcor, aunque sólo con sus trabajadores de planta.
“La Colina les está elaborando las tapas a Dulcor, porque La Colina tiene todo, hojalatera, todo, lo que no tiene es un patrón que busque el desarrollo de la empresa. Si no le interesa, que nos deje vivir tranquilos, que la venda, o que la venda la jueza y nos dé la continuidad laboral. Queremos trabajar, no queremos que nos regalen nada. Estos productos tienen salida, lo que pasa que al señor dueño de la fábrica le interesa más la bicicleta financiera que trabajar", agregó Castro.
"Si no nos dan una solución, vamos a ir a Mendoza, y si hay que hacer una marcha en Buenos Aires, lo haremos. Lo mejor que nos puede pasar es que la vendan”, cerró Castro.
El camino de Alco-Canale
El panorama de la industria conservera es oscuro en Mendoza. Lo que ocurrió con Alco-Canale no es una excepción. Los tarifazos y la inflación, sumados al bajo precio que se ofrece al productor de fruta en Mendoza, son “el certificado de defunción para muchas hectáreas” productivas en Mendoza, según postuló la Federación Económica de Mendoza (FEM).
“Precios para el durazno en el orden de los $6 a $7 que es el mismo valor que se pagó tres años atrás”, adviertieron. Agregan que la situación de la producción frutícola en Mendoza “es realmente difícil”. Sumado a esto, el monopolio que implica que los productores puedan venderle a pocas empresas empeora el panorama.
La situación dramática que viven los productores de fruta se acrecienta año a año con las cada vez más caras facturas de luz, impuestos y costos de elementos básicos como los fertilizantes y otros agroquímicos, lo cual ha derivado en que muchas fincas sean abandonadas. En la zona del Valle de Uco, por ejemplo, miles de hectáreas de pera se perdieron, como alertó la misma FEM.
En el caso de La Colina el gremio anticipó que esperarán el fin de la feria judicial y allí podrán pedir una reunión. “De no haber acuerdo, se buscará imitar el proceso judicial de Alco Canale. Es decir alquilar a otra firma para mantener el empleo hasta encontrar un comprador”, cerraron.