"Los muchachos peronistas, todos unidos triunfaremos, y como siempre daremos un grito de corazón: '¡Viva Perón, viva Perón!'"
La marcha sonaba de fondo. Empezaba el segundo gobierno de Juan Perón cuando avanzó el primer estudio para hacer Portezuelo del Viento en la cuenca del río Grande, en Malargüe. Lo cajoneó la siguiente dictadura, cuando la marcha fue pecado político y los pecados de la política se pagaban con la vida.
Desde el '55 hasta nuestros días, hubo intentos de reanimar el proyecto. El más serio, recién se desplegó en este milenio. Julio Cobos, siendo gobernador (2003 - 2007) quería la represa. Lo dejó sentado sin lugar a dudas: canjeó con Néstor Kirchner, siendo presidente, la construcción por un juicio de Mendoza contra la Nación.
El ex gobernador Alfredo Cornejo se lo agradeció cuando anunció la licitación, en septiembre de 2019.
La alianza entre ambos que llevó al mendocino a la vicepresidencia de la Nación (2007 - 2011), junto a Cristina Fernández, duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. La caída del pacto político volteó el pacto por la presa.
Versus Los Blancos
Mientras tanto, Portezuelo del Viento se enfrentó a una competencia no desprovista de lobbistas de toda alcurnia con Los Blancos. El embalse proyectado en el río Tunuyán saltó a lo alto de la agenda bajo el imperio del peronista Celso Jaque, que sucedió a Cobos en la Gobernación.
El capítulo en cuestión transcurrió con la principal figura del lobby provincial de la obra hidroeléctrica provincial fuera de la cancha. Enrique Pescarmona negociaba entre la vida y la muerte de IMPSA con los bancos acreedores de la multinacional mendocina venida a menos.
Al final, el peronista Francisco Pérez (2011 - 2015), sucesor de Jaque, adjudicó la construcción de Los Blancos a una UTE con Cartellone asociado a la brasileña Odebrecht.
En la trama de esos días, el entonces gobernador operó un salvataje para Impsa, a pedido de Pescarmona. Incluía la incorporación de la empresa, que estaba en default, al negocio de la construcción de Los Blancos, con Cartellone y OAS, de Odebrecht.
Mientras tanto, esperaban los impulsores de Portezuelo.
La resurrección
Con la llegada del radical Alfredo Cornejo a la gobernación (2015 - 2019), resucitó el proyecto localizado en el Río Grande. Y se terminó de caer la presa proyectada en el Tunuyán, sin fondos asignados para seguir.
Cornejo anunció la apertura del proceso de licitación para Portezuelo en septiembre de 2019. Tres meses antes de dejarle el poder a Rodolfo Suarez. En marzo, abril y agosto están previstas las sucesivas aperturas de sobres que debieran conducir a la adjudicación de la construcción.
El presupuesto es de 884.042.000 dólares, con un mecanismo de actualización por diferencias de costos. La cifra excede en unos 300 millones a la que se barajaba en presentaciones anteriores a la decisiva del proyecto.
Dos cuotas, en dos gobiernos
Los desembolsos de la Nación a Mendoza para Portezuelo del Viento comenzaron en el ocaso del gobierno de Mauricio Macri y continuaron con Alberto Fernández. Macri pagó la primera cuota y Fernández, la segunda. Entre las dos, unos 25 millones de dólares, de los más de mil que se terminarán gastando cuando termine la ejecución.
“Celebramos que el Gobierno de Alberto Fernández depositó la segunda cuota de Portezuelo del Viento. Se trata de la cuota correspondiente a enero, por un importe de 13.915.837 dólares”, expresó Suarez con la plata depositada en la cuenta de Mendoza.
El proyecto comprende la obra civil hidroeléctrica, la traza de las dos rutas y la relocalización del pueblo de Las Loicas.
El precio del pasado
La construcción de Portezuelo del Viento enfrentó la oposición de La Pampa desde un principio. En esa provincia la guerra por el agua con Mendoza es una política de Estado.
Todos los estamentos de la sociedad pampeana le facturan a la política de Mendoza la sequía del tramo pampeano del río Atuel. Atribuyen esa circunstancia a la construcción del complejo hidroeléctrico Los Nihuiles.
Esa pelea recrudeció hacia finales de la década de los dos mil, después de un intento fallido por activar un pacto, en 2008, entre los entonces gobernadores Celso Jaque, de Mendoza, y Oscar Jorge, de La Pampa.
La guerra de La Pampa con Mendoza por el agua ha tenido múltiples capítulos con implicancias políticas y judiciales. La Corte Suprema de Justicia de la Nación llamó a una audiencia pública en 2017 en medio del proceso entre los estados provinciales.
En la historia última del Atuel se funda, más que cualquier otra cuestión, la principal objeción política interprovincial a la realización de Portezuelo del Viento.
La Pampa milita sin pausa su postura, más allá de quién gobierna. En su prédica ha ganado terreno.
En frente
La gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, comprometió su apoyo al gobernador pampeano Sergio Ziliotto.
La Pampa y Río Negro cierran filas contra Portezuelo del Viento por el agua del Colorado
A la vez, se acercó el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Y por una causa ajena a su voluntad, en los últimos días se sumó a la rosca el gobierno de Neuquén, de Omar Gutiérrez (MPN).
El gobernador neuquino es pro Portezuelo y no tiene intenciones de confrontar con Suarez por esta causa. No obstante, un levantamiento inesperado de los vecinos de Rincón de los Sauces lo empujó a intervenir.
La salida del gobierno provincial neuquino para contentar el reclamo de Rincón de los Sauces fue salir a pedir que se haga una audiencia pública nacional antes de iniciar las obras en el río Grande.
Una diputada de Neuquén le pidió a Fernández una audiencia pública en el Congreso por Portezuelo
La diputada nacional del partido provincial que gobierna Neuquén, Alma Sapag, hizo público el reclamo de su espacio a Mendoza para que llame a una audiencia pública nacional por Portezuelo.
Esa es la vía que halló el gobierno de Gutiérrez para salir del apriete interno: la protesta en Rincón de los Sauces es liderada por el gobierno municipal de Norma Sepulveda y, fundamentalmente, su antecesor, Marcelo Rucci, también secretario Administrativo del Sindicato Petrolero, que encabeza Guillermo Pereyra.
La trama política y sindical detrás de la sublevación neuquina contra Portezuelo
Portezuelo del Viento
El río Grande es el principal efluente del Colorado, que ejerce como límite norte de la Patagonia. Eso le da carácter interprovincial y lo somete al Comité Interjurisdiccional del Río Colorado. El Coirco es un ente integrado por las provincias del Colorado para la administración del uso del río. Ese es el contexto institucional para el desarrollo del proyecto hasta la obra del dique malargüino.
En un resumen diseñado por las autoridades provinciales, se conseguirá una potencia instalada de 210 MW, que generará a lo largo de un año una energía media de 889 GWh. El plan de obras contempla:
- Una presa de hormigón compactado a rodillo de 185 metros de altura, con capacidad para almacenar 2 mil hectómetros cúbicos de agua.
- Una central hidroeléctrica asociada, equipada con 3 turbinas Francis de 30 MW cada una, alimentado por un túnel de 700 m de largo y 6 m de diámetro y una tubería forzada de 40 m de largo.
- Un vertedero curvo, diseñado para una crecida prevista cada diez mil años, de 1.600 m³/s. En total, se utilizarían casi diez millones de metros cúbicos de materiales sueltos y hormigón.
- Se construirá una línea de alta tensión hasta la ciudad de Malargüe, de unos 75 km de longitud, hasta conectar al sistema nacional de electricidad.
- Reubicación de unas 200 familias de Las Loicas. La pequeña localidad será mudada de la ruta 145 a la costa sur del lago, con la promesa de un impulso al turismo para la nueva localización.