"Filmé cuando la policía le pegaba patadas en las piernas a una vecina", contó Gimena Sotorre, una de las vecinas que filmó el abuso de la Policía de Mendoza este martes en la Sexta Sección, donde detuvieron a un menor que pedía barrer las veredas a cambio de comida. Ese video ya no existe: la policía le quitó su celular, se metieron a la galería de imágenes y eliminaron el registro.
A Sotorre la llevaron a la Comisaría del Barrio Cano junto con el chico que buscaba una changa, le pintaron los dedos y le iniciaron una causa, que en lo formal es por "Ofensa personal a funcionario público" (artículo 46 del Código Contravencional) y en lo informal es "por picuda", tal como le respondían los policías en el móvil cada vez que ella preguntaba.
Ninguno de los videos que tomaron los vecinos la muestra insultando a la policía.
"Los vecinos salimos en reclamo del abuso que cometió la policía contra un menor de edad que pasaba limpiando veredas por alimentos. Yo salí porque escuche gritos, pensé que era una pelea, pero los gritos eran cada vez mas fuertes. La policía lo tenía agarrado muy fuerte, le estaba haciendo doler el brazo, intentábamos explicarle que el chico estaba en situación de calle, pero la policía estaba sacada. Fue muy rápido, se llenó de móviles la calle. Había uno que parecía de investigaciones", contó Sotorre en La Mosquitera.
En un momento del operativo, la policía tomó bruscamente a una de las vecinas, la pusieron contra un móvil y comenzaron a pegarle patadas en las piernas. Esa escena fue la que filmó Gimena. "Una ujer policía, que sería de investigaciones porque no tenía uniforme, me arrebata el teléfono y se va. Me acerco a ella le pido que me lo devuelva, me agarran y me suben a un móvil. Mi papá estaba conmigo, pidiendo que no se llevaran a su hija, lo tiran al piso", contó.
"Ellos me robaron mi teléfono, cuando llegamos a la comisaria pedí mi móvil. Les dije que era ilegal lo que estaban haciendo. Cuando me lo devolvieron me di cuenta que me habían borrado los videos. Cuando me dijeron que firmara la requisa les dije que no hasta que me devolvieran el teléfono. Sacó el brazo una policía por una hendija para que no la viera y me lo devolvió", detalló Gimena.
La vecina -que fue una de las que se solidarizó con el chico detenido-, dijo que en el operativo "quedaron expuestas un montón de cosas de la policía. Nos agarraban sin guantes, no tenían barbijos, a mí me llevaron descalza y me tuvieron en un calabozo descalza. Queda expuesto el pase libre que tiene la policía para hacer lo que se les da la gana".
"Si estoy barriendo la vereda es porque hay hambre"
Pese a que el celular de Sotorre fue secuestrado, en algunos de los videos que lograron grabar los vecinos puede apreciarse la brutalidad policial contra el menor y contra quienes salieron a defenderlo.
"Dejáme buscar mi pan tranquilo loco. He tenido muchos problemas familiares. Si estoy barriendo la vereda es porque en Córdoba hay hambre, hay hambre loco. Bajen del móvil y denle comida a los pibes", se escucha al chico detenido mientras un policía de civil le tuerce el brazo y lo aprieta contra el móvil policial.
Otro caso de robo de imágenes de la represión
El "secuestro" de celulares por partede la Policía de Mendoza por fuera de toda requisa formal parece ser un modus operandi que sale a la luz con cada episodio de abuso policial o represión.
En octubre de 2019, la Policía de Mendoza secuestró, en una requisa sin registro, la memoria de la cámara de Pablo Llanos, fotógrafo detenido en el operativo de represión en la plaza Chile.
La desproporción del operativo de represión policial en la plaza Chile quedó en evidencia con los testimonios de quienes participaron de la movilización solidaria, las imágenes tomadas por ciudadanos y las redes sociales. También fue retratado por Llanos, detenido en el operativo, a quien la policía le quitó la memoria de su cámara y no se la devolvió, según denunció en la Fiscalía de violencia institucional del Ministerio Público Fiscal.
El jefe de la Policía, Roberto Munives, quien en persona pegó patadas a una mujer, piñas a varios manifestantes, y tomó a ciudadanos tironeándolos de la ropa, fue retratado por las cámaras de periodistas de portales independientes y de ciudadanos que presenciaron la escena.
La Policía de Mendoza secuestró la memoria de la cámara del fotógrafo detenido
