"No me olvido mas cuando en uno de los últimos paros la gente en la calle nos gritaba ¡Vayan a trabajar, vagos! Yo les agradezco que nos aplaudan. Nosotros tenemos vocación, pero la vocación no le da de comer a mi hija". La síntesis de Daniela, trabajadora del Hospital Notti, es un cross a la mandíbula por si faltan golpes de realidad en medio de la pandemia en Mendoza.
Este viernes trabajadores de la Salud de los hospitales Notti y Central protestaron por la precariedad con la que deben enfrentar su labor, que no es nueva y por la cual han hecho paros en los últimos meses, varios de ellos durante el verano.
La pulverización de las paritarias por parte del gobierno de Rodolfo Suarez y la negativa del oficialismo de pasar a planta a más de 2 mil trabajadores que están en la primera línea de fuego en el combate contra el coronavirus volvieron a encender la mecha de los reclamos.
Entrevistada por La Mosquitera, Daniela recordó los paros que vienen haciendo por el trabajo en negro, la imposibilidad de acceder a obra social y a una ART. Muchas de esas protestas se hicieron durante el verano.
Con un par de pinceladas esbozó el cuadro siniestro de situación: "Yo cobro 21 mil pesos, menos el monotributo. Llevamos cinco años haciendo prestaciones. Necesitamos la plata para comer y pagar las cuentas".
Después dejó en claro que los medios masivos comprometidos comercialmente con Suarez no toman nota de la gravedad del conflicto. "Canal 9 nos corta el teléfono, y en el Siete los llamó el director y les dijo que habíamos llegado a un acuerdo y no es así".
Sobre el final, la trabajadora del Notti se refirió a los aplausos que todas las noches les dedican desde los balcones y los contrapuso a la política del Gobierno de Mendoza: "Agradezco de corazon los aplausos, pero lo que necesitamos es un sueldo digno. No se come con aplausos y no se come con la vocación".