En agosto entrará en vigencia el sistema de juzgamiento y castigo mediante jurados vecinales contra quienes practiquen arte callejero (ya sea en sus modalidades de graffiti, squatters, pintadas o lo que considere la autoridad de aplicación), skaters y sus variaciones de deporte urbano, entre otros, que no puedan pagar las multas que prevé el Código Contravencional.
Después de ser aprobado por unanimidad en el deliberante capitalino, este miércoles fue oficializado en el Boletín provincial, que indica que la vigencia será en seis meses.
Pese a que el Código de Convivencia ya penaliza éstas y otras actividades de manera selectiva -ya que desde su aplicación la Provincia y la Capital lo han usa principalmente contra desposeídos, sindicalistas y opositores- el intendente Ulpiano Suarez subió otro peldaño y someterá a los supuestos trasgresores de la norma a un tribunal.
Una herramienta de penalización selectiva contra desposeídos, manifestantes y opositores
El jefe comunal aclaró que el tribunal sólo actuará con aquellos que no puedan pagar las multas para evitar el escarnio público del "juicio", que muy probablemente gozará de amplia difusión en los medios masivos merced a la pauta publicitaria que desembolsa mes a mes el intendente.
“La persona es responsable hasta que el jurado diga lo contrario”, señalaron desde la comuna en una subversión del principio de inocencia, en un intento de justificar la puesta en marcha del jurado.
Agregó Suarez vía Twitter: “Entendemos que el jurado vecinal es un mensaje en sí mismo. Estoy convencido que somos más los que queremos una ciudad ordenada, limpia, donde la convivencia y el respeto sea la norma, y no una ciudad donde cada cual rompe las reglas sin consecuencias. El Jurado Vecinal viene a complementar un trabajo de largo alcance. Es parte de una política de estado”.
En los considerandos de la nueva norma para perseguir determinados grupos sociales, se lee:
"Que resulta necesario contar con instituciones capaces de brindar una respuesta democrática y
equilibrada a nuevas situaciones y circunstancias que se viven en nuestra sociedad, basándose,
por un lado, en el reconocimiento del derecho de todas las personas a comportarse libremente
en los espacios públicos y a ser respetadas en su libertad; pero por otro lado también, en la
necesidad de que todas las personas asumamos determinados deberes de convivencia
ciudadana y de respeto a la dignidad y los derechos reconocidos a los demás, así como al
mantenimiento del espacio público en condiciones adecuadas".
La ordenanza completa: