Rodolfo Barili (40), conductor de Telefé Noticias le dio una entrevista al diario Perfil en Las Gaviotas, una pequeña localidad de la costa atlántica que se encuentra a 360 km de Buenos Aires, entre Mar de las Pampas y Mar Azul.
Barili hizo un balance del 2012 y dijo que fue más que positivo porque el noticiero venció a Telenoche en el rating. Para el periodista nacido en Rauch fue un doble triunfo, porque no sólo es la cara de la información sino que también se desempeña como productor ejecutivo y gerente periodístico de las tres ediciones.
“Fue un gran año, pudimos plasmar el camino que pensamos con Paco (el español Francisco Mármol, director de contenidos) cuando llegó en 2001. La gente nos eligió porque mantuvimos y profundizamos la tarea de neutralidad. Tuvimos más cercanía con el público”. Y suma: “Es importante ganarle a Telenoche, habla bien de nosotros ante la competencia que tuvimos enfrente y que respeto mucho”. Locutor nacional egresado del ISER, admite que el informativo produce “amores y odios” en los televidentes: “En momentos, puede generar críticas a Macri y a los dos minutos al Gobierno. Lo veo mucho en Twitter”.
—¿Recibís insultos?
—No. Hay mucho enojo. Tiene que ver con el momento del país, con la forma de tolerarse. Yo puedo permitir que cualquiera opine por mi laburo, del noticiero, etc., pero siempre de manera respetuosa. En algunos casos, y no sólo viene de las redes sociales, surgen del poder, clases políticas. Hay una intolerancia que me preocupa.
—Muchos opinan que ‘Telefe Noticias’ es oficialista...
—Si ser oficialista es no estar machacando todo el día contra alguien... Es parte de las reglas del juego. Hablamos del tema cuando la información se genera, no dejamos de hablar de unos o de otros, le damos a la gente la data necesaria para que saque sus propias conclusiones. En un momento como éste, quizá muchos lo pueden ver liviano o parcial.
—¿Qué sentís vos?
—Es fácil pararse de un lado o del otro. Mantener una línea en el centro e intentar mostrar las dos caras sin generar opiniones no es sencillo. Tratamos de ser honestos, nos equivocamos y cada uno puede opinar lo que quiera. El año 2012 fue difícil de encasillar. Llevo veinte años trabajando en el canal, diez como presentador, y ver que cuando sale la Ley de Medios los compañeros de Telenoche ponen un informe sobre Telefe me resulta extraño, nunca había escuchado la palabra Telefe en el noticiero de El Trece.
—Clarín dijo que Telefe era de Telefónica.
—Cada medio ha presentado su plan de adecuación, y en el caso de Clarín recurrió a la Justicia con todo su derecho porque creyó que no era justo. Hubo una descontextualización en algunas cosas. Se demostró que no hay relación entre controlado y controlante, que es lo que marca la ley. En ningún momento se dijo que Telefe no era de Telefónica Argentina, sino que se dijo que no era de Telefónica de España, una multinacional. Después cada uno lo interpretó según sus intereses, y de la forma en que le convenía, y tituló como quiso. El comunicado de Telefe dijo que no va a entrar en cuestiones mediáticas o públicas sobre el tema y me parece que es un camino adecuado.
—¿Se puede lograr ser neutral y honesto?
—Todos los días me voy a mi casa con la conciencia tranquila de que no miento, no opero y no oculto una verdad. Están la ética, límites y forma.
—Teniendo en cuenta lo que sucedió con el video de Florencia Peña y la propagación del mismo en la web, ¿cuáles son los cuidados que debe tener un noticiero que entra a los hogares?
—Intento vivir de la misma manera en la que trabajo, de manera coherente con la profesión que llevo. No hay que vender nada de lo que no sos, porque de lo contrario es difícil que te crean. Soy un tipo reservado, no por una decisión, sino porque me sale de manera natural. Tengo mis amigos de Rauch y otros que me regaló la profesión. Voy a recitales que me gustan, tengo mi banda de rock. Mi vida pasa por mi familia y mis hijos y trato de disfrutar el fin de semana con ellos. No tengo nada de celebrity. Hay que tener una coherencia de lo que sos delante de cámara y cuando estás atrás.
El periodista dice que el contenido de un noticiero “lo impone la agenda” y que el formato va acorde a la realidad. “Hay días que podés distender más que otros”.
—Pero la política es el alma máter de un noticiero...
—No necesariamente. La política está inmersa en todo: cuando hablás de inseguridad, de un asentamiento, y la política partidaria como tal tiene base cuando suceden hechos. El año 2012 tuvo mucha política por más que no fue un año electoral y Reynaldo Sietecase fue uno de los columnistas que más estuvo en el piso.
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—¿Ves TN? ¿Mirás a Zlotogwiazda, Tenembaum y Castro?
—Sí, trato de ver y escuchar todo. No voy a opinar de los laburos de los colegas. A Nelson lo sigo de toda la vida, lo mismo que a Santo (Biasatti). Recuerdo cuando ganamos el Clarín como Mejor Noticiero, fue una sorpresa enorme, y Santo vino a saludarnos. Fue un gesto grande.
—¿Qué te parece ‘6,7,8’?
—Es un formato muy inteligente. La política se dirimió con formatos distintos a lo que históricamente se debatía, como los ciclos de Grondona o Neustadt, que incluso habían desaparecido en los canales de aire. A Lanata le fue bien con un programa que hace diez o quince años no se hubiera visto en la TV abierta. Hoy la sociedad es distinta y la tele cambió en base a la sociedad y lo hizo de manera atractiva para el televidente. Podés comprar o no. Lo que vale está en ver un espíritu crítico.