
YPF perdió 957 millones de dólares en la gestión del primer trimestre de este año, informó la compañía estatal en una rendición de cuentas de rigor al mercado. El resultado negativo refleja el impacto de las inversiones y adquisiciones recientes, explicó la petrolera, a la vez que relativizó el deterioro de los precios de los bienes energéticos a nivel global, que es la mayor preocupación del sector desde que la gestión geopolítica de Donald Trump provocó el achatamiento de las cotizaciones energéticas.
La volatilidad en los precios internacionales del petróleo y gas no ha sido suficiente para que YPF modifique su plan de inversión para 2025. Su presidente y CEO, Horacio Marín, reafirmó que la empresa sostendrá su presupuesto de capital de US$5.000 millones, de los cuales US$3.600 millones irán al no convencional.
Marín explicó que, pese a la caída en los precios del crudo, YPF no tomará decisiones apresuradas ni reducirá su inversión de manera inmediata. “Nunca voy a tomar una decisión en pánico. Si hay que cambiar la estrategia, cambiamos. Vamos a esperar. Si hay que frenar, frenamos. Pero no es el momento”, declaró el histórico ejecutivo de Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint, del poderoso Paolo Rocca, quien lo catapultó a la conducción de YPF en el marco de un pacto con el gobierno de Javier Milei que incluyó la selección de funcionarios públicos y directivos de las empresas del Estado.
Optimismo de YPF en contraste con la crisis global
La postura de la petrolera estatal se basa en la evaluación de que el mercado aún no se ha estabilizado, lo que hace difícil determinar si los precios actuales representan un nuevo piso o si podrían repuntar en los próximos meses. En el primer trimestre del año, el precio promedio del Brent fue de US$73, mientras que en lo que va del segundo trimestre ha bajado a US$64. YPF prevé que el precio promedio del año será de 72,5 dólares por barril de Brent, mientras las perspectivas difundidas por el Banco Mundial lo estiman en 65 dólares.
Además de la inversión en Vaca Muerta, otro pilar de la estrategia de YPF es la optimización de costos. La empresa ha avanzado en la venta de campos maduros, lo que permitirá mejorar sus márgenes y enfocarse en activos de mayor rentabilidad. De los 50 bloques puestos en venta, 11 ya fueron transferidos, mientras que 23 están en etapa final y 16 en proceso.
El objetivo de Marín es reducir el costo de extracción, que actualmente es de US$15,3 por barril, hasta US$12 a fin de año, con un fuerte impulso en Vaca Muerta, donde la extracción se mantiene en US$4,8 por barril, ofreciendo un margen mucho más favorable para la compañía.
La reacción del mercado
La decisión de mantener la inversión ha sido bien recibida en los mercados financieros. Los brokers destacaron el crecimiento del Ebitda ajustado hasta los US$1245 millones, un 48% superior al del trimestre anterior. Además, los informes han señalado que la venta de activos maduros ayudará a mejorar el balance financiero y generar liquidez en los próximos meses.
El ADR de YPF en Wall Street mostró una reacción positiva de los inversores, con un alza del 1,72% tras el informe de la empresa sobre su situación económica. La acción de la compañía ha experimentado una caída del 13% en abril y acumula una baja del 27% en lo que va del año, atribuida a la incertidumbre global en el sector energético y a la política comercial de Estados Unidos, que ha generado preocupaciones sobre la demanda futura de petróleo y gas.
A pesar de la confianza en la estrategia de YPF, algunos analistas han señalado que el flujo de caja negativo sigue siendo una preocupación para los inversores. Sin embargo, el mercado sigue viendo oportunidades en la compañía. Según BTG Pactual, YPF sigue siendo "la llave de Vaca Muerta", y la venta de campos maduros contribuirá a mejorar sus balances en los próximos meses.
Factores del resultado financiero negativo
Las pérdidas por mil millones de dólares arrojadas en la gestión de YPF en el primer trimestre fueron atribuidas, fundamentalmente, al impacto de las inversiones y adquisiciones recientes de la compañía en el marco de su plan para salir de la industria convencional concentrándose en el shale. La compañía repasó los factores que considera más relevantes para que su flujo de caja diera en rojo en el primer trimestre:
- Compra de Sierra Chata: YPF adquirió el 54,5% de participación en el bloque de gas no convencional Sierra Chata, que pertenecía a ExxonMobil y Qatar Energy. Esta operación tuvo un impacto significativo en el flujo de caja.
- Venta de campos maduros: La compañía está en proceso de desinversión de 50 bloques, de los cuales 11 ya fueron transferidos, 23 están en etapa final y 16 en progreso. Aunque esta estrategia busca reducir costos y mejorar la rentabilidad, en el corto plazo afecta el flujo de caja.
- Pago de intereses de deuda: YPF destinó US$221 millones al pago de intereses de su deuda, lo que contribuyó al resultado negativo.
- Variaciones en el capital de trabajo: Ajustes en el capital de trabajo y otros factores afectaron negativamente el flujo de caja libre en US$224 millones.
A pesar del resultado negativo, el CFO de YPF, Federico Barroetaveña, señaló que la empresa espera mejorar su posición financiera tras la venta de los campos maduros. Se proyecta que la relación de apalancamiento neto, que actualmente es de 1,8 veces, se reduzca a 1,5 o 1,6 veces para fin de año, considerando un precio promedio anual del Brent de US$72,5 por barril.