Atravesado por la agenda impuesta por medios masivos porteños, el Senado de Mendoza aprobó este martes un proyecto del senador Pablo Priore (PRO) en repudio a la "liberación masiva de presos", como insistió el coro mediático de Capital Federal y que, en rigor, fue un pedido de prisiones domiciliarias para ciertos grupos de presos originado en los defensores públicos a imagen y semejanza de otros países en atención a la pandemia.
El kirchnerismo y el PJ apoyaron el proyecto de Priore con la condición de que le quitara los fundamentos, donde se responsabilizaba a la Presidencia por las prisiones domiciliarias, desconociendo los límites en las atribuciones del Poder Ejecutivo y la división de poderes. Sólo el senador Lautaro Jiménez (FIT) se opuso al momento de la votación.
Priore señaló: "Es importante hacia la ciudadanía dejar en claro que estamos en contra de este tipo de beneficios para aquellas personas que han alterado el orden social". El autor del proyecto no incluyó en el proyecto el repudio a los represores, un beneficio que en cantidad lidera Mendoza respecto a otras jurisdicciones.
Mendoza lidera la cantidad de prisiones domiciliarias otorgadas a represores
El senador Alejandro Abraham (PJ) postuló su apoyo si se sacaban los fundamentos y agregó: "Es inconcebible escuchar que un legislador del PRO esté diciendo estas cosas de influencia sobre la justicia cuando ha quedado claro el rol del gobierno anterior al respecto". Luego dijo que si Priore sacaba los fundamentos "me parece correcto que quede el enunciado general".
El proyecto avalado por el senado repudia "el otorgamiento de prisiones domiciliarias, excarcelaciones y disminuciones de penas a personas condcenadas y/o detenidas en el marco de la ley, bajo elargumento de la emergencia sanitaria por la pandemia del virus de la COVID-19".
Priore aceptó sacar los fundamentos y agradeció 2al bloque kirchnerista por el apoyo". Marcelo Romano, (Protectora) le reprochó a Priore que la emprendiera contra el gobierno nacional cuando era de signo contrario, "cuando el gobierno anterior quiso asaltar la justicia a mano armada).
Datos duros que desmienten a Priore
Entre el 17 de marzo y el 17 de abril de este año, de 43.500 presos en Buenos Aires, 2.200 salieron de prisión, 599 con domiciliaria. La cifra representa el 5 por ciento de la población carcelaria.
Segun un informe de diario Perfil, 1.601 obtuvieron la libertad por distintos motivos procesales y no solo por el coronavirus (cumplimiento de la pena, libertad condicional, entre otras cosas). Según el Servicio Penitenciario Bonaerense, el 90% de esas salidas fue por delitos menores. El 10 por ciento corresponden a delitos graves.
El mismo informe confirma que en 2019 hubo más libertades en el mismo período (superior a 1700).
Correpi: "Lo de la liberación masiva fue una mentira"
"Lo que en Buenos Aires se presentó como una barbaridad se trató de un pedido de conmutación de pena de los defensores oficiales que tiene que ver con medidas para aquellos que están presos y este año cumplen la totalidad de la pena y le faltan meses para salir, o que se encuentran en una situación que ameritaba la condicional”, detalló Ismael Jalil, abogado, integrante de Correpi.
Fue en una charla en vivo por facebook con especialistas en el tema antirrepresivo. Allí mismo, destacó sobre esta provincia: “En mendoza todo el mundo habla de Almafuerte o San Felipe, pero tiene 13 centros de detención que son las colonias, que son lugares donde se ejerce el rigor sobre el cuerpo de las personas. Hay dos cárceles de mujeres, siete alcaidías, la alcaidía de tunuyán está en condiciones tremendas, la conozco personalmente”.
“La mentira de las liberaciones masivas sirvió para encubrir la baja salarial y el impuesto a las fortunas”, zanjó.