El contingente de cosechadores y cosechadoras que estaban varados en el desierto entre Mendoza y San Juan pudo seguir su camino después de que ser revisados por médicos que acudieron a constatar su situación sanitaria. Fue después de una semana de estar a la vera de la ruta sin agua y sin comida.
Este viernes terminaron sus trámites los últimos 23 cosechadores que habían quedado en Jocolí y que tenían como destino fincas en Tunuyán.
Previamente, intervino la Dirección de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia de la Suprema Corte a instancias de una denuncia del senador Marcelo Romano.
Aunque en principio estaban detenidos cinco micros, dos de los cuales carecían de la documentación pedida por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Pero luego se conoció que tampoco traían los documentos requeridos por la Provincia para ingresar a trabajar en las fincas locales.
Cuatro micros con cosechadores quedaron varados en el límite de San Juan y Mendoza
Inicio de año con dantesca postal
A fines de abril, muchos incluso en mayo de 2020, pudieron irse de Mendoza todos los cosechadores que quedaron varados en plena pandemia -la mayoría oriundos del Noroeste argentino- tras haber levantado la fruta de las fincas mendocinas. Obreros tirados en el suelo de la Terminal con sus familias sin asistencia del estado, ayudados por organizaciones barriales y de DD.HH. fue la postal dantesca que ofreció esta provincia como cierre de la vendimia.
Informe Explícito: el calvario de los cosechadores temporarios en Mendoza
El Gobierno de Mendoza negoció con Jujuy cómo hacer para que esos obreros retornaran esta temporada sin riesgos de contagios de COVID-19. Sin embargo, lo ocurrido en los últimos días en San Juan muestra al menos deficiencias en el mecanismo y las garantías que debe otorgar Mendoza para esos cosechadores.
Cuando ya fue inminente el inicio de la temporada, el Ejecutivo salió a tratar de llenar la necesidad de cosechadores con mendocinos, prometiendo que iba a pagar de manera justa por el sacrificado trabajo en las viñas. Se anotaron 5 mil cosechadores de los 15 mil que se necesitan, con lo cual la llegada de obreros de otras provincias parece ser la forma de completar la vendimia.