La Cámara de Diputados de Mendoza reaccionó rápido a favor del lobby minero que cuestionó el archivo del proyecto metalífero Hierro Indio, producido el viernes pasado. Este miércoles, en la primera reunión del cuerpo después de la decisión celebrada por los ambientalistas, el radicalismo le facilitó al oficialismo los votos que precisaba para volver al ruedo con el proyecto que prevé extraer metales en Malargüe.
La Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de ese negocio proyectado en el Sur provincial fue objeto de cuestionamientos durante el tratamiento legislativo por presentar falencias en la documenatación respaldatoria. Los radicales votaron en el Senado por devolverlo al Ejecutivo para que se completara, pero el oficialismo con la ayuda del Pro y el Frente Renovador consiguió los votos para aprobar el expediente en esa Cámara.
No obstante, al ser tratada la DIA en Diputados fue mandada al archivo porque el oficialismo ni siquiera consiguió los votos del pleno de su bloque. Tras cartón, se activó un inmenso operativo de presión empresarial y mediática que consiguió revertir la situación en un abrir y cerrar de ojos. Este miércoles, la bancada radical le aportó los votos que le faltaban al peronismo para complacer la orden del gobernador Francisco Pérez de avanzar con la aprobación de proyectos metalíferos.
La única fuerza que no titubeó en su postura es el Frente de Izquierda, en el que tanto los legisladores del Partido Obrero como los del Partido de los Trabajadores Socialistas, mantuvieron sus votos por la negativa al proyecto.
A partir del recule de los diputados, el Poder Ejecutivo tendrá la posibilidad de reenviar el expediente para su aprobación no bien complete la documentación que le exigió el radicalismo, que en este tema está tanto o más partido que el PJ. Esto se da porque hay legisladores que no están dispuestos a traicionar el consenso contra la minería de sus departamentos de origen.
