Retirada del poder

El macrismo convirtió el protocolo para los abortos en botín de guerra de sus facciones

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Macri hizo campaña contra el aborto junto a su mujer.

El protocolo para tratar los abortos legales descuajaringó las formas del gobierno de Mauricio Macri. El tema tiene alto impacto social y político. Abrió una grieta enorme en el macrismo, conformado  por extremistas antiaborto en su núcleo duro y entusiastas proaborto en la periferia del poder.

La guerra interna del macrismo recrudeció cuando el secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, firmó un protocolo para la interrupción legal del embarazo (ILE) que amplía las posibilidades para las mujeres decididas.

Después de dar muchas vueltas, el gobierno terminó por confirmar que dejará sin efecto el protocolo de Rubinstein.

 

El gobierno publicó la resolución de Rubinstein en el Boletín Oficial. Causó una sorpresa general en la arena política. A punto tal que el senador Federico Pinedo, uno de los fundadores del Pro, se erigió en general del bando por la derogación de la flamante resolución.

La postura opuesta a Pinedo asumió el otro bando macrista, encabezado por algunos legisladores dejados de lado en el armado a futuro, como Daniel Lipovetzky, y los diputados nacionales de la UCR.

El miércoles en la mañana salió en el Boletín Oficial la resolución de Rubinstein. En la tarde, emanaron señales desde la Casa Rosada a favor de la derogación de la medida. Fuentes del gobierno le dijeron a los medios que Macri le ordenó a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, jefa de Rubinstein, que dispusiera la anulación del protocolo.

Ordenan marcha atrás en el protocolo para los abortos legales el mismo día que fue publicado

Las idas y vueltas en un tema de honda sensibilidad no hacen más que revelar el grado de descomposición del gobierno en retirada. Los funcionarios están más preocupados por su reacomodamiento al nuevo escenario, con el macrismo en el llano, que por la seriedad de la gestión. Los hechos son irrefutables.

Los trascendidos sobre la derogación del protocolo de Rubinstein se sostuvieron en afirmaciones emanadas del corazón del macrismo. Un botón de muestra:

No es casual que Pinedo apelara a una noticia publicada por la web de TN, la central de operaciones 24 x 7 del Grupo Clarín.

Ese fue un medio habitual de comunicación de la política oficial por vías no oficiales. Es decir, cuando Macri quiso comunicar algo sin aparecer como comunicador oficial, en general, apeló al grupo que regentea Héctor Magnetto.

No obstante, la confirmación del recule con el protocolo del aborto legal fue puesta en dudas horas después de que había sido confirmada por los medios paraoficiales. Otra vez, una noticia divulgada por TN empantanó el terreno.

Un rato más tarde de la desmentida del canal de Clarín, la ministra Stanley salió de una reunión de Gabinete a decirles a los periodistas que estaba confirmado el recule del gobierno.

"La resolución se va a derogar y tiene que ver con una cuestión de formas; no se está haciendo un juicio de valor sobre la norma ni sobre el secretario de salud, por eso no se le pidió la renuncia (a Rubinstein)", dijo Stanley para saldar el debate sobre el protocolo.

Más allá de la declaración para salir del paso de Stanley, el presidente usó el discurso del extremismo antiabortista en su campaña fallida por revertir la derrota electoral entre las PASO y las generales. "A favor de las dos vidas", se pronunció enfático y reiterativo durante el tramo final de la campaña.

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