El director de Políticas Hídricas de La Pampa, Ricardo Gastón Buss, reveló que el río Salado, que alimentan tres ríos de Mendoza y dos de San Juan, está completamente seco. El Tunuyán, el Diamante y el Atuel son los ríos mendocinos que aportan agua al Salado en el tramo pampeano, mientras que el Jáchal y el río San Juan lo hacen en la provincia al norte de Mendoza.
“El caso del río Salado es igual del río Atuel, pero amplificado, porque son cinco ríos que deberían alimentarlo y dos provincias que interviene, como Mendoza y San Juan “, señaló el funcionario pampeano al sitio InfoPico.
“El Salado ingresa la provincia en el límite con las provincias de San Luis y Mendoza. Desde ahí hasta Paso de los Algarrobos que son unos 70 u 80 km no hay escurrimiento”, aseguró.
En el caso de los ríos de Mendoza que deberían sumar agua al Salado -recibe varias denominaciones a lo largo de su recorrido, en su tramo más importante es el Desaguadero, pero en La Pampa es el río Salado- el Tunuyán fluye con 35% y 51%, según el tramo, del promedio de su caudal histórico, el Diamante lleva 35% y el Atuel menos de la mitad de su promedio: 44%.
Mediciones de Irrigación revelan que la falta de agua en los ríos es más grave de la esperada
Sobre los afluentes del Salado, remarcó Buss: “Todos están cortados. La Pampa tiene una estación de medición que colocó en el año 2008 y que no registra ingreso de agua”.
El funcionario pampeano detalló que siempre se tuvo un valor de 2 metros cúbicos por segundo y en los últimos siete meses el ingreso de agua está por debajo del metro cúbico por segundo. “Y entre el límite de la provincia y Paso de los Algarrobos en la actualidad se mide 0,5 metros cúbicos por segundo”.
Remarcó Buss que “el caso del río Salado es igual al del río Atuel, pero amplificado, porque son más ríos y más provincias que intervienen”.
Fracking con agua de los ríos
El Gobierno de Cornejo autorizó, en octubre de 2019, el avance de YPF en la exploración de otros tres pozos para realizar fracking en el área Chihuido de la Salina Sur, Malargüe, con uso del agua del río Grande, según lo publicado en la resolución 470 publicada en el Boletín Oficial de Mendoza.
Irrigación ha dado el visto bueno en ese y otros proyectos extractivistas, como los que proyectaron empresarios petroleros en la zona de Llancanello y la Payunia, que “desapareció del léxico oficial y mutó en la parte mendocina de la explotación no convencional de Vaca Muerta”, señala un lapidario informe sobre la avanzada pro extractivista en Mendoza con la venia oficial.
El gobierno allana el camino para que YPF haga fracking en Malargüe con agua del río Grande
Sobre ese cauce, además, se proyecta la represa Portezuelo del Viento, resistida por cuatro provincias río abajo por el impacto que tendrá sobre la cuenca del Colorado, que nutre a Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
El agua del río Tunuyán y el Mendoza se usarían para fracking en el caso de avanzar con Chañares Herrados.
Cornejo ya llamó a licitación durante su gobierno para explotar Chañares Herrados, que bajo el gobierno de Paco Pérez fue otorgada a Chañares Energía S.A.”, una sociedad entre la petrolera de capitales nacionales Medanito y El Trébol S.A. (de Daniel Vila y José Luis Manzano). El radical le dio de baja a esa concesión y habilitó otra.