El presidente de Uruguay, José Mujica, anunció que habilitará un aumento de la producción de la pastera finlandesa UPM (ex Botnia), tal como se esperaba que lo hiciera según la prensa uruguaya y agencias internacionales de noticias habían adelantado.
La ampliación de la producción anual de UPM (la empresa le pidió al gobierno producir hasta 1,3 millones de toneladas) será parcial y provisoria por este año, mientras que una resolución definitiva involucra la construcción de otra planta de celulosa de la empresa en el departamento (provincia) de Cerro Largo, a 387 kilómetros al noreste de Montevideo.
"Te doy para que tú me des pero si tú no me das no te doy", dijo Mujica en declaraciones a medios de comunicación para explicar que autorizará el aumento de la producción de UPM (ex Botnia).
"La decisión no es simple. Es media con sentido ubicado en la media línea, con un tipo de exigencia para mejora ambiental de la propia compañía", aseguró.
Mujica dijo semanas atrás al semanario Voces que los directivos de UPM lo “aprietan” porque la empresa puede “producir veinte y pico por ciento más en la misma fábrica, pero por los acuerdos que tenemos con la Argentina no pueden producir más”. En el caso que el gobierno autorice elevar la producción, UPM detendrá su planta entre el 14 y el 25 de septiembre para realizar el mantenimiento anual, pero en caso negativo la paralización se extenderá hasta noviembre, cuando se inicia el período de producción anual.
El primer mandatario explicó ahora que la ampliación se da en exigencias de mejora ambiental que tiene que ver con perfeccionar la refrigeración del agua que se manda al río y una baja en el tenor de fósforo que contiene el agua.
Mujica confirmó que el próximo lunes hablará con la presidenta Cristina Kirchner para comunicarle su decisión. Ambos mandatarios coincidirán en el bautismo del nuevo barco de Buquebus, “Francisco Papa”.
El gobierno nacional ya había anticipado que rechazaría cualquier eventual ampliación de producción de la pastera. El conflicto entre Argentina y Uruguay por los desechos de la pastera sobre el río Uruguay, que comparten ambas orillas, fue uno de los temas que complicó el gobierno de Néstor Kirchner, quien lo tomó como una "causa nacional", en las relaciones con Tabaré Vázquez, antecesor de Mujica.
La Haya dirimió la pelea
Ambos países acudieron a la Corta Internacional de la Haya para dirimir el conflicto. La Corte determinó en 2010 que Uruguay violó el tratado firmado con Argentina en 1975 para administrar ese río en forma conjunta y estableció que ambos países trabajen de acuerdo lo establece ese estatuto, para paliar eventuales daños ambientales provocados por el funcionamiento de la pastera Botnia, frente a Gualeguaychú.
La Corte, que depende de las Naciones Unidas, remarca en este apartado que el organismo natural de control del eventual impacto ambiental es la Comisión de Administración del Río Uruguay (creada por el estatuto de 1975) y que en ese ámbito ambos Estados deberán seguir trabajando en el control de la calidad de las aguas y la evaluación que la operatoria de Botnia pueda tener sobre el medio acuático.
La sentencia puso punto final a la demanda que Argentina había presentado ante este tribunal de Naciones Unidas el 4 de mayo de 2006, luego de que fracasaran las instancias de negociación.
Luego de desatar el mayor conflicto diplomático en un siglo y medio entre las vecinas repúblicas de Argentina y Uruguay -al construir la primera pastera europea de celulosa junto al río que las separa y excusando el piquete de ambientalistas en un puente que las une-, dos de las empresas finlandesas que invirtieron 1.200 millones de dólares en la planta uruguaya de Botnia anunciaron que venderán su 53% al grupo finlandés UPM, con 24 mil empleados, 72 mil accionistas y venta anual de 9.500 millones de euros. La ex Botnia hoy es UPM.