El comercio denunció a la industria aceitera por especulación. Dice que escasea el producto a la vez que se multiplican las trampas para escapar de las regulaciones oficiales.
Como consecuencia, los consumidores pagan más caro.
La estrategia denunciada consiste en secar la plaza de las primeras marcas conocidas, mientras crece la oferta de otras más caras. El plan incluye una serie de artilugios para evadir las obligaciones asumidas con Precios Ciudados y otros programas.
"Es muy grave la situación de los faltantes en aceites", consideró la Intercámara de Consumo Masivo, compuesta por las cámaras CADAM (mayoristas); CAS y FASA (cadenas provinciales) y la Confederación General Almacenera (CGA), citada por BAE Negocios.
El medio citó también al titular de la Cámara de Supermercados de Rosario (CASAR), Sergio López. "Las primeras marcas de aceite escasean y vemos otras marcas no conocidas que salen mucho más caras", describió el dirigente empresarial.
"Todo esto lo estamos comunicando a la secretaria de Comercio, Paula Español, porque había un acuerdo para garantizar el abastecimiento local y el problema que es nacional, no se soluciona", agregó.
Fernando Savore, titular de la CGA y de la Federación de Almacenes de Buenos Aires (FABA), remarcó que "en el caso del aceite de girasol, es el aumento más el recambio de etiquetas".
