Rubén Boris, el negociador del gobierno de Jaque con los estatales, es el nuevo subsecretario de Trabajo de Pérez

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 El ministro Rodolfo Lafalla lo designó en lugar del cegetista Ariel Pringles. Boris fue el jefe técnico de la paritaria estatal de Celso Jaque. Es dirigente del PJ de Capital.

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El designado subsecretario de Trabajo, Rubén Boris (de frente con camisa celeste) en la reunión que encabezó Lafalla con los gremios de la CTA opositora, el martes. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
El designado subsecretario de Trabajo, Rubén Boris (de frente con camisa celeste) en la reunión que encabezó Lafalla con los gremios de la CTA opositora, el martes. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

 

 

El ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla, eligió a Rubén Boris para reemplazar a Ariel Pringles al frente de la Subsecretaría de Trabajo. En las vísperas de la paritaria de los estatales, salió del ente de Trabajo uno de los dirigentes de la CGT local y entró un viejo negociador del Gobierno con los gremios del personal público.

Rubén Boris lideró las paritarias estatales durante la gestión de Celso Jaque, en la que fue destacado en esa función por el entonces ministro de Gobierno, Mario Adaro, ahora juez de la Suprema Corte. Y siguió en ese rol hasta que Francisco Pérez designó por encima suyo a Mauricio Guzmán.

Boris, dirigente del PJ de Capital, estuvo en una reunión que presidió Lafalla el martes con los sindicalistas de los sectores mas duros del ámbito estatal, entre los que participaron Raquel Blas, de ATE, Isabel Del Pópolo, de AMPROS, y Carlos Ordóñez, de Judiciales. Antes, los funcionarios había estado con la CGT y la CTA oficialista.

El futuro subsecretario de Trabajo fue protagonista de uno de los bleff más importantes de la gestión con los gremios por parte del Estado. Estuvo en la caliente reunión del 17 de diciembre de 2009, cuando una negociación del ministro de Hacienda de entonces, Adrián Cerroni, con los gremios de la Salud terminó con intervención policial y una causa judicial contra Blas por una denuncia de los funcionarios, entre los que estaba Boris. La Anécdota finalizó con la absolución de la dirigente gremial en un juicio oral, en el que los denunciantes hicieron un papelón al negar lo mismo que habían denunciado.

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