Después de concretarse en la cancha el ascenso de Gimnasia y Esgrima de Mendoza a la B Nacional con la postergación de Talleres de Córdoba los hinchas del equipo de la Docta generaron incidentes adentro y afuera del estadio Mario Kempes, que cobijó a unos 40 mil espectadores durante el encuentro.
Cuando Sergio Oga, jugador del Lobo mendocino, marcó el gol de la victoria de Gimnasia en el descuento de la final comenzaron las corridas en las tribunas del Mario Alberto Kempes y los golpes de varios violentos que rompieron los cristales de la popular sur para ingresar al estadio, aunque efectivos policiales finalmente lo impidieron.
En las afueras del estadio se repitieron las corridas e incidentes entre hinchas y la policía, que intentaba dispersar con balas de goma a los violentos. El saldo de la batalla fue de más de cien detenidos, ocho heridos (seis policías y dos hinchas) y varios autos rotos, además de los vidrios del Mario Alberto Kempes.
