Los cuerpos fueron territorio en disputa para los genocidas durante la última dictadura militar argentina. Sin embargo, los delitos que se cometieron sobre esos cuerpos tardaron tres décadas en ser juzgados. En algunos casos más. Violaciones y ataques por la identidad sexual fueron frecuentes en los calabozos y en las calles durante el reinado de los dictadores.
En la dictadura se estima que 400 personas fueron desaparecidas por su orientación sexual y su identidad de género. Incluso antes del Golpe, el Comando Moralizador Pío XII seleccionó y persiguió a mujeres que ejercían la prostitución, a homosexuales y a cualquiera que fuera disidente de las supuestas normas de moral y costumbre que no debían trasgredirse.
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"Los milicos impusieron un modelo social, político y económico, pero también sexual que perseguia y asesinaba a quienes lo desafiaban. Por la homo lesbo trans fobia reinante y la "verguenza" que daba hablar del tema muchas desapariciones ni siquiera fueron denunciadas. Fuimos desaparecidxs dentro de los desaparecidxs", reflexionó al respecto en las redes Marito Vargas, de la agrupación Clik (Corriente por la Libertad, la Igualdad y el Kambio)
Clik fue una de las organizaciones de diversidad sexual que se sumó a la marcha por los 43 años del golpe en Mendoza. Sus proclamas fueron incluídas en el documento final leido por los organismos de DD.HH.: “Miles en las calles clamaron por políticas publicas que hagan realidad los derechos de las mujeres. Entre los que se encuentran el aborto legal, seguro y gratuito. Se alzo el clamor por las medidas urgentes contra los femicidios y travesticidios. poyamos cada una de esas luchas que son también nuestras”.
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Militantes del laicismo
Otra de las banderas que se sumó a la multitud en esta marcha fue la de la Campaña por la Separación de la Iglesia y el Estado, que viene peleando en Mendoza por apostasías para que el Estado deje de financiar al clero.
“Miembros de la Iglesia están condenados por crímenes de lesa humanidad por su participación en procesos en donde torturaron, violaron, picanearon, ahogaron, mataron, secuestraron y desaparecieron a personas en el contexto de la última dictadura cívico eclesiástica militar. La Iglesia fue parte y es responsable”, señalaron.
