La carpa itinerante del gremio de los trabajadores de la Educación cumplió su sexto día de reclamo sin lograr que algún referente del Gobierno de Mendoza reciba a referentes de las escuelas.
El cierre de cursos a lo largo y ancho de la provincia y los problemas de infraestructura en las escuelas son dos de las urgencias que pretenden que sean escuchadas por el gobierno escolar.
Desde el lunes 22 los docentes y celadores buscan que se los atienda con diversas demandas y el martes 23 a las 10 tenían una reunión pautada con autoridades de la DGE, que no se concretó.
El plantazo oficial es parte de una política oficial de quitarle representatividad al gremio: el Ejecutivo se ausentó todo febrero de las reuniones paritarias con el SUTE y, cuando se sentó en la misma mesa con el sindicato, también llevó a entidades sin capacidad de paritar ni representación jurídica, como los padres y las directoras autoconvocados.
"Teníamos una reunión acordada con el Gobierno por la problemática de los cierres de cursos y secciones en toda la provincia y la respuesta del gobierno fue la negativa, no realizar la reunión, desprestigiar a los miembros sindicales y representantes de los departamentos que estaban en ese momento", sintetizó Pablo Massutti, secretario de Educación del SUTE.
El gremio denuncia que con el discurso de la "no apertura", el Gobierno avanzó en una política de cierre de cursos y secciones, afectando el acceso a la educación a cientos de alumnos, u obligándolos a desplazarse lejos de sus hogares y comunidades para educarse, y profundizando la precariedad de los educadores.
Este jueves la carpa cumplió seis días, en el marco de una semana de lucha en la que las banderas del SUTE se plegaron a otras como el lunes a la marcha por el Día Mundial del Agua y el miércoles en la multitudinaria manifestación por lo 45 años del Golpe.