Si bien Abel Pintos logró encarnar una especie de estrella pop, sus raíces folclóricas están ligadas al imaginario del folclore. Capaz de sonar tanto en las FM’s porteñas como en los festivales más tradicionales del interior. En ese sentido, su gira de estos meses obedece al trazado festivalero que cada verano puebla las agendas de los artistas folklóricos.
Así, después de cerrar una de las lunas principales de Cosquín (23/01), continuará su recorrido por Molinos (25/01), Tilcara (26/01), Andalgala (27/01), Mar del Plata (29/01), La Banda (07/02), Paraná (02/02), Villa María (03/02), Alta Gracia (04/02), Tunuyán (06/02), Baradero (07/02), La Chaya (08/02), Peyrano (09/02), Gral. Roca (10/02), Colón (11/02), Gualeguaychú (13/02), Recreo (16/02), Cafayate (21/02), Merlo (22/02), Serrezuela (23/02), Cañada Rosquín (24/02).
Una agenda ajustadísima que obedece a su momento de mayor éxito. De hecho, el ranking anual de Capif (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas) acaba de confirmar que Sueño Dorado –el disco que registra su concierto en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes- fue el álbum argentino más vendido del 2012, sólo superado por tanques del pop mundial como Adele, One Direction y la unión entre dos históricos como Serrat y Sabina. Hablamos de un documento que funciona como una especie de balance en la carrera de Pintos, recorriendo algunas piezas clave de su repertorio y también versiones con peso específico como “Cactus”, la composición de Gustavo Cerati que se convirtió en el primer single.
Fuente: Oíd Mortales
