Condenaron a perpetua al Gato Araya, el contrapunto del Rengo Aguilera en la guerra de bandas que más incomodó al Gobierno

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Cuando fue detenido el Gato Araya, estuvo presente la plana mayor del Ministerio de Seguridad en la recepción e el Palacio Policial.
Cuando fue detenido el Gato Araya, estuvo presente la plana mayor del Ministerio de Seguridad en la recepción en Contraventores.

 

Por Javier Polvani
@javierpolvani

Marcelo Araya y Héctor Morales fueron condenados a prisión perpetua por el homicidio de Ezequiel Salas. El hecho juzgado por la Quinta Cámara del Crimen se produjo en el contexto de la guerra de bandas que enfrentó, desde fines de 2009, al Gato Araya con el Rengo Daniel Aguilera, jefe de la barra brava de Godoy Cruz en retiro circunstancial por encontrarse detenido.

El 4 de enero de 2010 fue asesinado a balazos Ezequiel Salas (29), sindicado como integrante del grupo que comandaba Aguilera. Estaba sentado en la butaca del conductor de su auto, estacionado, cuando desde una moto lo balearon. Este miércoles, el tribunal oral condenó al Hueso Morales por la autoría material del crimen y a Araya por ser el instigador de la acción.

La decisión de la Quinta Cámara convalidó la hipótesis principal de la investigación del asesinato de Salas, en la que el móvil del hecho se origina en la guerra de bandas. Se cuentan cuatro muertes desde el inicio del enfrentamiento entre las huestes de los entonces líderes del barrio La Gloria.

El homicidio de Salas fue un mensaje para Aguilera, consideraron los investigadores que sustentaron la acusación que provocó la condena a Araya y Morales decidida este miércoles por la Justicia.

La pelea entre el Rengo y el Gato se inició tras el asesinato a balazos de una mujer paraguaya, ocurrido en el interior de una camioneta en el Acceso Sur y Bulnes de Carrodilla, Luján, en setiembre de 2008. En La Gloria se dice que desde entonces Araya manejó una serie de negocios ilegales, incluido el contrabando y el tráfico de drogas, que dominaba la mujer ultimada.

La pelea se transformó en guerra a finales de 2009, cuando los ajustes de cuentas entre las dos bandas de La Gloria comenzaron a ejecutarse a los tiros. Cuando trascendió el enfrentamiento, en enero de 2010, el jefe de la Policía, Juan Carlos Caleri, vinculó al Gato Araya con la dirección de una banda criminal.

En sus últimas palabras antes de escuchar la condena, Araya cuestionó al ministro de Seguridad, Carlos Aranda, y a Caleri por las manifestaciones públicas sobre sus actividades. El Gato insistió en que la guerra de bandas es un invento del Gobierno y que él no tuvo nada que ver con el asesinato de Salas.

"Yo no maté ni mandé a matar a nadie. No soy un jefe de banda, ni un millonario. Soy una persona que está presa desde los 18 años, nada más", declaró, según cita el diario El Sol, quien más tarde sería condenado a perpetua por mandar a cometer un homicidio.

"El señor Aranda le hace creer a la prensa que soy un mafioso o un narcotraficante estando en un penal de máxima seguridad donde apenas tengo acceso a un teléfono público", sostuvo Araya y remató: "Caleri dijo que tenía sólo un conocimiento superficial de la causa pero después salió y le dijo a la prensa que yo era el objetivo principal de la investigación".

El 31 de mayo de este año, el Gobierno informó que desbarató la fuga del Gato Araya y otros presos peligrosos alojados en el Penal Almafuerte.

 

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