La guerra de Trump

Estados Unidos se metió en el conflicto en Medio Oriente con el ataque a tres centrales nucleares claves para Irán

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Estados Unidos atacó varias instalaciones nucleares iraníes clave la madrugada de este domingo. El presidente Donald Trump dijo que las instalaciones fueron “totalmente destruidas” durante un discurso en la Casa Blanca y advirtió de que podría perseguir objetivos adicionales si Irán no firma la paz.

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La agencia atómica iraní condenó los ataques estadounidenses como una violación del derecho internacional y prometió “nunca” detener su programa nuclear, según medios iraníes. Aún no ha habido una respuesta oficial del líder supremo, el ayatola Alí Jamenei.

Además, el mandatario estadounidense señaló que fueron “destruídas” las bases de Fordow, Natanz e Isfahan tras los ataques de este sábado, en la madrugada iraní: “Les dimos con precisión y habilidad”, remarcó.

En un breve mensaje que dio desde la Casa Blanca para todo el país, Trump reveló que el gran objetivo de los bombardeos era “barrer con el enriquecimiento de uranio”, que podrían utilizar los iraníes para fabricar armamento nuclear.

Otra semana de coflicto entre Isral e Irán

El conflicto entre Israel e Irán ha entrado en su segunda semana. El sábado, Israel se atribuyó la muerte de dos comandantes de la Fuerza Quds de élite iraní y dijo que había atacado diversos objetivos militares iraníes. En Israel, dos drones iraníes lograron una inusual vulneración de las defensas aéreas del país.

Natanz: el núcleo del enriquecimiento de uranio de Irán

Ubicada a unos 220 km al sureste de Teherán, la instalación de Natanz es considerada el epicentro del programa nuclear iraní. Es un complejo enorme que incluye tanto estructuras en superficie como instalaciones subterráneas reforzadas con concreto para protegerlas de ataques aéreos. Allí operan múltiples cascadas de centrifugadoras avanzadas, capaces de enriquecer uranio hasta niveles cercanos al grado armamentístico (60% de pureza).

Natanz ya había sido blanco de múltiples agresiones: desde sabotajes cibernéticos como el virus Stuxnet (desarrollado presuntamente por EE. UU. e Israel), hasta ataques aéreos que inutilizaron partes claves del complejo. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha documentado que los últimos ataques destruyeron varias centrifugadoras, cortaron la energía eléctrica y causaron contaminación interna en el sitio —aunque no en las áreas circundantes.

La cercanía de Natanz a una montaña llamada Kh-e Kolang Gaz L ha llevado a Irán a excavar nuevas instalaciones aún más protegidas, evidenciando la importancia estratégica que este lugar sigue teniendo.

Fordo: el búnker subterráneo más vigilado

La planta de Fordo está localizada a unos 100 km al suroeste de Teherán, literalmente excavada bajo una montaña. Esta ubicación no es casual: su diseño pretende resistir incluso las bombas más potentes, como las “rompebúnkers” estadounidenses. El sitio fue descubierto por los servicios de inteligencia occidentales antes de que Irán lo declarara oficialmente al OIEA, lo que generó sospechas desde el inicio.

Aunque es más pequeña que Natanz, Fordo representa una amenaza significativa debido a su capacidad para operar en secreto y bajo tierra. Allí también hay cascadas de centrifugadoras dedicadas al enriquecimiento de uranio. Su construcción en 2007 y su revelación tardía intensificaron las tensiones entre Teherán y las potencias occidentales.

El hecho de que esta planta haya sido el blanco principal de los ataques estadounidenses sugiere una intención clara: inutilizar una de las instalaciones más protegidas y críticas del programa nuclear iraní.

Isfahán: el complejo tecnológico del programa atómico

El Centro de Tecnología Nuclear de Isfahán se encuentra a unos 350 km al sureste de Teherán. Es un núcleo científico donde trabajan miles de técnicos y expertos en energía nuclear. Además de sus laboratorios y centros de investigación, alberga tres reactores de origen chino destinados a actividades de investigación.

Isfahán también cuenta con instalaciones de conversión de uranio, una etapa clave para fabricar el gas de hexafluoruro de uranio necesario para alimentar las centrifugadoras. Israel ya había atacado este sitio en el pasado, y aunque el OIEA informó que no hay signos de aumento de radiación tras los bombardeos recientes, la preocupación internacional persiste.

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