El Gran Jurado de Estados Unidos decidió no acusar levantar cargos contra el policía blanco Darren Wilson, quien asesinó al joven negro Michael Brown en Misuri, el 9 de agosto. El veredicto fue dado a conocer por el fiscal de Misuri en la noche de este lunes y generó encendidas protestas de la comunidad afroamericana con pelotones policiales rodeando a los manifestantes.
La muerte resurgió un debate nacional en Estados Unidos por la raza y la acción policial. En ningún otro lugar la tensión es más evidente que en Ferguson, un pueblo predominantemente negro cuyo cuerpo de policía y gobierno está compuesto mayoritariamente por blancos. Brown era negro, Wilson es blanco.
Quienes apoyan a la familia Brown respaldan las versiones de testigos que indican que Wilson disparó mientras que Brown tenía sus manos arriba en señal de rendición. Por su parte, quienes apoyan a Wilson dicen que Brown fue el agresor y habría tratado de tomar el arma de Wilson cuando estaba en su vehículo y que el oficial disparó en defensa propia.
El pueblo ni siquiera está de acuerdo en lo que ocurrió durante semanas de protestas. Los manifestantes dicen que las autoridades intentan ahogar las protestas; las autoridades dicen que actúan para mantener la violencia bajo control.
La semana pasada, el gobernador de Missouri Jay Nixon declaró el estado de emergencia como medida de precaución, dijo, en caso de disturbios o violencia. Este lunes, Nixon hizo un llamado a la calma mientras las autoridades se preparan para protestas.
El Distrito Escolar Ferguson-Florissant canceló las clases y actividades para el martes como resultado del esperado anuncio del lunes, anunció en su página web. El calendario del distrito muestra que las escuelas estarían cerradas del miércoles al viernes por el Día de Acción de Gracias.
El asesinato de Michael Brown se produjo el 9 de agosto de 2014 en Ferguson (Misuri, Estados Unidos), ciudad próxima a San Luis. Brown, un joven de raza negra de 18 años, murió después de ser tiroteado por el oficial de policía Darren Wilson (de raza blanca). Brown no portaba armas y tampoco tenía antecedentes penales.
Michael Brown y Dorian Johnson, de 22 años, ambos hombres afroestadounidenses, estaban caminando hacia la casa del abuelo de Brown. Un oficial de la policía de Ferguson, Darren Wilson, se dirigió hacia ellos y les ordenó que saliesen de la calle y caminaran por la calzada. Se inició una discusión y un arma fue disparada desde el interior del vehículo policial, haciendo que Brown y Johnson comenzaran a huir.
Wilson descendió del vehículo policial e inició la persecución de los 2 jóvenes disparando su arma varias veces, hiriendo mortalmente a Brown. Brown murió aproximadamente a 10,7 metros del coche de policía. Johnson no fue herido.
