Organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos se movilizarán este miércoles en Mendoza en conmemoración de las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que marcaron el fin del gobierno de Fernando De la Rúa en medio de una feroz represión desplegada en todo el país, y que culminó con 39 muertos.
Por primera vez las protestas se dan en un marco de anuncios de un nuevo plan de shock y ajuste y la promesa de Patricia Bullrich de reprimir a quienes participen de las manifestaciones aplicando un protocolo específico.
En Mendoza ya se ejerce la persecución a manifestantes cuando los protagonistas son opositores políticos, asambleístas, gremialistas y/o desposeídos. Se ejecuta a través de herramientas de penalización selectivas: el Código de Convivencia y la figura de la "reiterancia" que Alfredo Cornejo introdujo en el Código Procesal Penal.
Una herramienta de penalización selectiva contra desposeídos, manifestantes y opositores
Este miércoles el gobierno volverá a aplicar esas herramientas, según mandó a decir a través de sus voceros y operadores periodísticos. Así lo determinó la ministra de Seguridad, Mercedes Rus, y el jefe de los fiscales, el cornejista Alejandro Gullé, férreo defensor de este tipo de dispositivos persecutorios.
"La idea es mantener lo que se viene haciendo cada vez que hay una marcha de este tipo", advirtieron en el Gobierno, según difundieron medios masivos.
La decisión va en línea con la política de persecución a la protesta que el cornejismo aplica en Mendoza, respaldada por Patricia Bullrich con el protocolo represivo, celebrado a su vez por Cornejo.
