El reclamo al veto de la ley que habilitó el proyecto Cerro Amarillo se sintió con fuerza en el Carrusel de reinas este sábado, de la mano de asambleístas y vecinos que repudiaron la avanzada del Gobierno y el lobby minero en Mendoza,
Fue una de las columnas que se se sintió con mayor fuerza dentro de los reclamos -que también fueron por los salarios de pobreza que paga Suarez y las paritarias planchadas-. Arrancó temprano en la plaza Italia y recorrió las calles anoticiando a mendocinos y turistas sobre la política extractivista del Gobierno de Mendoza.
Esta incluye, entre otros puntos, la flexibilización de las licitaciones para entregar más rápido las áreas petroleras, la eliminación de regalías y la no exigencia de inversiones mínimas por parte de las empresas.
En la víspera a la marcha, el gobernador y Alfredo Cornejo, candidato a sucederlo, anunciaron junto a empresarios la creación de una empresa minera estatal destinada a financiar proyectos extractivos, como ya lo está haciendo el Estado mendocino en Hierro Indio, pagando el arreglo de caminos, la perforación de pozos y los campamentos e insumos.
"El agua de Mendoza no se negocia", cantaron a lo largo del camino asambleístas de toda la provincia que llegaron para participar de la protesta.
También se pidió por el fin de la criminalización de la protesta, que tiene a referentes ambientalistas entre los blancos principales, con causas judiciales que se eternizan en tribunales y tienen como fin someter a quienes protestan a un extenso peregrinar por pasillos y expedientes.