La organización barrial Garganta Poderosa regional Mendoza denunció el abandono de habitantes de vastas zonas de Guaymallén por la atención restringida de los centros de salud de cercanía. Esto es producto de la "reingeniería", como llaman los funcionarios, que ejecutó el Ministerio de Salud, reasignando médicos de esos lugares a centros de atención COVID.
Semanas atrás, EXPLÍCITO entrevistó a médicos del centro de salud de La Primavera, quienes fueron trasladados de lugar para atender la COVID, dejando desamparados a cientos de vecinos, que debían desandar varioskilómetros por atención médica.
Una situación similar se vive en el barrio Los Hornos, que concurren al centro de salud 174, que no fue crrado pero atiende sólo por la mañana, revelaron los vecinos.
"La pandemia apretó fuerte al debilitado sistema de salud mendocino, que está al borde del colapso: la provincia ya tiene más de 14.000 casos confirmados. En Guaymallén, 8 de los 23 centros de salud permanecen cerrados y, de los que están abiertos, muchos fueron reservados para atender personas que presenten síntomas de coronavirus: esto hace que muchos centros estén desbordados", señaló la organización.
Tomó el testimonio de Carla Alessandra, vecina de Los Hornos, quien señaló: “El Centro de Salud Nº 174 atiende únicamente por la mañana; si alguien se accidenta en otro momento del día, debe trasladarse hasta el Micro Hospital ‘Puente de Hierro’, a 12 km. Como si fuera poco, muchas vecinas que precisaban atención ginecológica fueron derivadas al Centro de Salud Nº 212, que está a 7 km”.
También dio su testimonio Lucía Krier, quien relató cómo la afecta la redistribución de recursos que ejecutó el Ministerio de Salud: “Mi hijo de un año y medio es asmático crónico. Cuando fuimos al centro de salud porque sufrió un ataque de asma, la enfermera me atendió desde la ventanilla y me indicó cómo hacer para darle yo una inyección. ¡Obviamente no lo hice! Así que tuvimos que ir hasta el Hospital de niños, que está a 10 km del barrio”. Además, Alicia Oropel suma su voz a estos reclamos: “Mi hija fue operada para corregir su miopía y este año debía hacer el examen de vista, pero no conseguimos turno para el control”.
Luego remarcó La Garganta: "El intendente de Guaymallén, Marcelino Iglesias, con total indiferencia y desligándose de la responsabilidad por los problemas del sistema de salud municipal, declaró en radio que 'todos los inviernos tenemos situaciones críticas de unidades intensivas y hay que internar personas en guardias y hasta en pasillos'. Así, cínicamente, minimizó la desesperación que sufrimos ante la falta de camas en la provincia, en un contexto donde la ocupación alcanza el 85.84% en el Gran Mendoza".
Se refieren a la entrevista que brindó el jefe comunal sobre el desborde en el sistema de salud, en la cual soltó:_“La cuarentena ya no sirve para nada porque las medidas sirven cuando hacen carne en la gente. La cuarentena más larga del mundo no ha servido. No nos engañemos”.