La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio su versión de la llamada que le realizó Mauricio Macri, presidente electo, sobre la ceremonia del traspaso de mando que se hará el 10 de diciembre, la cual, según la mandataria, fue a los gritos por parte del líder del PRO y constituyó parte de una operación de prensa para mostrar mayor "autoridad" por parte del electo jefe de Estado.
La mandataria contó que tras un acto de Aerolíneas y al llegar a Olivos lo llamó para devolverle un sms. "Me pasan el celu y el presidente electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque era “su ceremonia” y que si no lo hacía como él decía ¡La Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado", señaló.
"Debo confesar que me sorprendió la exaltada –eufemismo de gritos- verborragia de presidente electo. Cuando logré que me dejara hablar –debe parecerles raro- pero quien hablaba del otro lado del teléfono parecía otra persona totalmente distinta a la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas. A tal punto que en un momento tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, el era un hombre y yo una mujer y que no corresponde que me tratara de esa forma", indicó la mandataria en su cuenta de Twitter y otras redes sociales.
"Cuando pude hablar intente explicarle lo dispuesto por la Constitución Nacional en sus arts. 91 y 93. Pero que más allá de lo dispuesto por la CN el acto de trasmisión de mando, por simple comprensión de texto exige la presencia de 2 personas: la que entrega el mando y la que lo recibe. Que no se trata de una ceremonia de nadie en particular, sino de un acto institucional, de un estado democrático y republicano en general. Que debe hacerse en el Congreso (art 93 CN) porque hasta que no preste juramento ante la Asamblea Legislativa no es presidente y que ni bien eso ocurra se le debe entregar en forma inmediata los atributos del Poder Ejecutivo. Y quien lo tiene que hacer es la que ha dejado de ser Presidenta en ese mismo instante o sea la que suscribe", relató.
Agregó que en la charla le explicó a Macri que quería entregarle los atributos cuanto antes "para poder viajar a Santa Cruz porque el vuelo regular de Aerolíneas Argentinas a Río Gallegos sale a las 15hs y no me va a esperar. Quiero estar en la jura de Alicia Kirchner como Gobernadora de Santa Cruz, ya que postergó su asunción hasta las 20hs para que pudiera asistir".
"El presidente electo siguió gritando y diciendo que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso y allí entregarle el bastón y la banda. Traté de explicarle que después que el jure yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle banda y bastón ni bien él termine de jurar en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es 'su ceremonia'. Bueno ahí pensé hasta acá llegó mi amor y le recuerdo 3 cosas: la 1ra, que no soy su acompañante. La 2da, que el 10/12 no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien termina su período le entrega el mando. La 3ra, que no pienso seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que viene dispensando desde el mismo día en que lo invite a Olivos luego de felicitarlo por su triunfo. Ni tampoco las mentiras que se siguen propalando merced a una impunidad mediática nunca antes vista".
Mencionó luego la presidenta que contrastó esa llamada con el resto de la transición, dijo que fue ella quien le sugirió a Macri que Pinedo fuera el presidente de la Cámara de Diputados por considerarlo "un caballero", y refirió incluso que hubo reuniones entre miembros del gobierno saliente y entrante y que Lino Barañao se quedó tras su predisposición a que así fuera.
"¿Por qué el empeño de querer mostrar algo que no existe? Me preguntaba anoche, qué es lo que está pasando con algo tan simple como una trasmisión de mando? Porque debo reconocer que el maltrato de esa llamada telefónica que me hiciera el presidente electo me resultaba inexplicable y casi increíble. En un país hostigado por los buitres. Con un mundo convulsionado económica, política y militarmente, que nos exige extremar unidad nacional, ideas y acciones para que la recesión y la violencia global no nos alcancen, el episodio telefónico me resultaba inexplicable", siguió.
Atribuyó luego a una operación periodística la llamada de Macr: "Lo de ayer no fue una llamada telefónica para hablar sobre ninguna ceremonia. Fue simplemente, una operación mediática más en donde la sociedad debía leer: Macri le ordenó a Cristina que tenía que entregarle la banda y bastón en la Casa Rosada".
"Allí fue cuando recordé algo que me había comentado un funcionario de mi gobierno que participaba en las reuniones para organizar la trasmisión del mando con las personas propuestas por el presidente electo. Cuando Federico Pinedo le dijo que tenía que ser en la Casa Rosada por una cuestión de generar “una imagen de autoridad en el presidente electo”.
Fuente: cfkargentina.com.ar