En el Día del Ambiente, las Asambleas por el Agua de Mendoza escribieron una misiva para el presidente Alberto Fernández en la que le piden que sean atendidas en audiencia para plantear su objeción a Portezuelo, a la que califican como una innecesaria "obra faraónica" que no tiene en cuenta el concepto de cuenca, es decir, cómo afectará a las provincias y pueblos aguas abajo.
La misiva gira en torno a varios ejes centrales como el rechazo al extractivismo como salida a la crisis económica y el sacrificio de regiones determinadas para beneficio de las megamineras. Además, las asambleas postula una hermandad entre los pueblos con el ejemplo de la batalla de los chubutenses por la Ley 5001 -llamada "hermana de la Ley 7722"- y se retoman las banderas que flamearon en diciembre por el cuidado del agua.
Consideraron en ese sentido que "la política hídrica mantenida por los sucesivos gobiernos de Mendoza, al no incluir el concepto de 'cuenca', ya está afectando irremediablemente los derechos ambientales, arquelógicos, identitarios y comunitarios a lo largo de las cinco provincias que recorre el Río Colorado: Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires"
En la misiva recuerdan la lucha del pueblo mendocino por el agua y lo instan a no insistir en el camino del extractivismo como salida a la crisis económica. También se manifestaron respecto a la represa Portezuelo del Viento, que afectará toda la cuenca del río Colorado y sin embargo no ha incluído las voces de los pueblos ribereños que verán alterada su vida y productividad, además de trasgredir normativa nacional para este tipo de megaobra.
Apuntaron las Asambleas que "se presenta a la actividad extractiva como el 'único camino posible' en medio de la crisis económica y sanitaria actual. Este impulso se realiza a pesar de la 'cualidad depredadora' que tiene sobre las personas y el ambiente, y en especial, el Agua. Es peligroso que se insista en una dependencia al extractivismo por los riesgos que implica y su incidencia directa en el caos ambiental global, cuya consecuencia más evidente es la aceleración del cambio climático".
En ese punto, plantean que no es posible un desarrollo equitativo del país si se priorizan algunas regiones para el extractivismo -por caso Vaca Muerta o Malargüe, por citar un ejemplo de Mendoza- mientras se impulsan otros tipos de energías en otros lugares.
"Contribuir al desarrollo y transición energéticos de algunas regiones y a la voracidad del mercado aceptando el extractivismo en otras, es legitimar el sistema de jerarquías, que profundiza desigualdades y desequilibrios de todo tipo y cuyas consecuencias ya estamos padeciendo", remarcaron.
Esta es la carta completa al presidente, a la que se puede adherir con firma en este link:
Señor Presidente de la República Argentina
Señor Alberto FernándezEn el aniversario 13 de la 7722, Ley Guardiana del Agua y Conquista del Pueblo Mendocino, y en el Día del Ambiente, 5 de junio, las asambleas ambientales, organizaciones sociales, representantes de sectores científicos, productivos, educativos, culturales, vecinas y vecinxs autoconvocadxs de la provincia de Mendoza, queremos hacerle conocer en primera persona lo que significa el Agua para quienes habitamos este territorio.
La sola palabra puede movilizar nuestra cotidianidad y dar vida a nuestros recuerdos ancestrales. Vivir en un oasis de menos del 4 % del territorio donde se desarrolla la vida social y productiva sostiene este sentipensar desde tiempos remotos y organiza nuestras actividades. Por tanto, da forma a una especial identidad individual y colectiva. Mendoza es hija del Agua, dependemos de ella. Este bien escaso tan preciado por nosotros obligó al gobernador Celso Jaque a declarar la emergencia hídrica en 2010.
Sin embargo, y a pesar de ello, en la provincia están en desarrollo actividades que la comprometen seriamente, como la fractura hidráulica, cuya implementación es inconstitucional e inviable por los riesgos ambientales, sociales, sanitarios, de sismicidad y, fundamentalmente, por la extraordinaria cantidad de Agua que conlleva.
La lucha del pueblo mendocino contra la minería hidrotóxica comenzó en 2004 en San Carlos, y poco a poco, fue extendiéndose a toda la provincia. Esto nos llevó en 2007 a la conquista de la Ley 7722 por las masivas movilizaciones populares que protagonizamos desde el sur hasta el norte provincial. A pesar de no tener licencia social, gobierno tras gobierno han seguido insistiendo con instalar la megaminería metalífera en la provincia. No está demás señalar que nuestra Ley 7722 no prohíbe ni jamás prohibió la actividad minera. Solo prohíbe el uso de sustancias tóxicas como ácido sulfúrico, cianuro, mercurio y otras similares necesarias en la minería metalífera.
El Agua para Mendoza no es una mercancía, y por tanto, no es negociable. Es fuente de vida y de producción alimentaria.
Sin embargo, las presiones ejercidas para imponer la derogación o reforma de nuestra ley, contaron con apoyo a nivel nacional. Usted mismo dio por hecho las reformas de las leyes 7722 de Mendoza y 5001 de Chubut de manera pública, antes incluso de ser tratadas por las respectivas Legislaturas provinciales. Esto fue un claro posicionamiento en línea con los intereses de los sectores económicos, políticos y gremiales que representan los intereses de las corporaciones, y de espalda a la generalizada voluntad popular.
La posibilidad de afectar el Agua provocó en diciembre pasado la manifestación popular que logró la restitución de la ley 7722 tras el fallido intento del gobernador Suárez de derogarla. Más de 80.000 personas dijimos NO al avance de proyectos mineros metalíferos, cuya consecuencia más delicada es el riesgo de envenenamiento de nuestro Bien Común más importante. A pesar de las contundentes expresiones populares, las presiones del sector político y empresarial minero en la provincia no han cesado y se ven agravadas por las persecuciones que padecen quienes se han manifestado en su defensa tanto en el terreno social como en el político, situación que incluye imputaciones y desafueros consumados.
Así, desde el poder, se presenta a la actividad extractiva como el "único camino posible" en medio de la crisis económica y sanitaria actual. Este impulso se realiza a pesar de la "cualidad depredadora" que tiene sobre las personas y el ambiente, y en especial, el Agua. Es peligroso que se insista en una dependencia al extractivismo por los riesgos que implica y su incidencia directa en el caos ambiental global, cuya consecuencia más evidente es la aceleración del cambio climático.
El modelo extractivo modifica negativamente la calidad de vida de los territorios en comparación con otras actividades productivas, tal como está demostrado. Este modelo genera numerosas crisis sociales, económicas, culturales, ecológicas e incluso políticas, junto con pasivos ambientales imposibles de remediar.
Este patrón está sujeto al flujo inestable de los mercados y a condiciones internacionales, como las del presente, difíciles de manejar. Estas consecuencias ya están cuestionadas por el propio Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Sr. Juan Cabandié.Queremos impulsar políticas territoriales generadas en consenso, con el objetivo del desarrollo local, en armonía con la comunidad y el ambiente. Por esta razón, cuestionamos aquellas políticas impuestas, basadas en externas necesidades energéticas y de desarrollo, las que actúan amparadas en una extraordinaria impunidad violando derechos individuales, comunales y ambientales. Estos conflictos crecen en nuestra América Latina a medida que crecen estos megaproyectos, como día a día lo demuestran las crecientes comunidades afectadas y los asesinatos de quienes defienden su territorio con el silencio cómplice de los gobiernos.
Contribuir al desarrollo y transición energéticos de algunas regiones y a la voracidad del mercado aceptando el extractivismo en otras, es legitimar el
sistema de jerarquías, que profundiza desigualdades y desequilibrios de todo tipo y cuyas consecuencias ya estamos padeciendo.También faltan debates fundamentales al interior de la sociedad. El mantenimiento del sistema agrícola industrial basado en el uso de químicos tóxicos cuyas consecuencias en la salud son minimizadas y ocultadas, es uno de estos. Asimismo, otro debate urgente es el excesivo peso de la deuda externa sobre la población a la que ahora se le presenta el extractivismo como una única solución para salir de la crisis. Sin embargo, la responsabilidad por los errores políticos acumulados en muchos años brilla por su ausencia.
En el contexto de agravamiento de la crisis hídrica, el gobierno mendocino insistió en declarar el agotamiento de la economía regional, imponiendo por decreto la fractura hidráulica para cuya actividad autoriza cantidades extraordinarias de Agua a pesar de la falta de esta en gran parte de la población. Esta autorización se realizó con una maniobra de ocultamiento hacia la comunidad y sostenida mediáticamente. Los documentos, que autorizan este uso desmedido e ilegal, salieron finalmente a la luz gracias a las denuncias realizadas.
En este mismo sentido, y en medio de la crisis de los combustibles fósiles, para el gobierno ahora la salvación no es el fracking sino una megaobra. Nos aseguran que Portezuelo del Viento beneficiará la industria regional aportando las condiciones para el riego en medio de la crisis hídrica. Sin embargo, en las páginas oficiales de la obra está claramente establecido que el objetivo de la misma es la generación de energía y turismo: energía que, en realidad, necesitan las grandes corporaciones para mantener y ampliar la actividad extractiva. No queremos que esta innecesaria obra faraónica se convierta en un nuevo monumento a la corrupción, como lo fue Yaciretá.
En el sentido expuesto, exigimos que toda actividad propuesta para la provincia se enmarque evaluando los impactos que se generan en forma integral, lo que incluye consideraciones sobre Portezuelo del Viento. Este megaproyecto no cuenta con estudios de impacto ambiental actualizado y transgrede la normativa jurídica vigente. Las primeras acciones ya se han visto envueltas en escándalos de corrupción que han derivado en la renuncia de un alto funcionario provincial. La ejecución de tal proyecto, además, afectará las condiciones ambientales y de vida de las 132 comunidades del pueblo mapuche y otras que no han sido consultadas y que habitan la Cuenca del Río Colorado y que ya padecen las consecuencias de la crisis hídrica desde hace años.
La política hídrica mantenida por los sucesivos gobiernos de Mendoza, al no incluir el concepto de "cuenca", ya está afectando irremediablemente los derechos ambientales, arquelógicos, identitarios y comunitarios a lo largo de las cinco provincias que recorre el Río Colorado: Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires.Hay "muchos caminos" sustentables: la emergencia del cambio climático y el diseño actual del mundo nos obliga a considerarlos. Podemos señalar algunas de estas actividades: la agricultura, cuyas prácticas fueron compatibles tradicionalmente con la escasez de Agua; la modalidad agroecológica; el turismo; el desarrollo de energías renovables y limpias para las cuales Mendoza tiene un gran potencial; el desarrollo de una potente industria cultural, entre otras.
Quedó demostrado en diciembre que la actividad megaminera contaminante, secante y saqueante no cuenta con licencia social. No estamos dispuestos a que se afecte nuestro Bien Común más importante. Nuestra lucha, que claramente se solidariza con las de otras provincias en las cuales también la expresión popular pretende ser acallada, continuará en caso de que nuestras demandas no sean escuchadas, porque el extractivismo es un despojo para los pueblos.
El mandato histórico del pueblo mendocino exigiendo a las autoridades el cuidado del Agua y por ende limitando cualquier tipo de actividad que la afecte, debe ser tomada en cuenta a la hora de pensar la diversificación de la matriz productiva de la provincia.
Sintiendo que la nueva política debe estar en concordancia con las demandas populares, apelamos a su coherencia en todos los sentidos: partimos de su idea de priorizar la salud en este contexto de pandemia y nos apoyamos en su declaración de que la vida está primero que la economía y que, a su vez, la economía se subordina a la política. En este sentido, creemos que a pesar de las enormes dificultades que ha traído aparejada esta pandemia, es un momento excepcional para, como dijimos anteriormente, impulsar políticas territoriales generadas en consenso, con el objetivo del desarrollo local, en armonía con la comunidad y el ambiente.
Por lo expresado solicitamos a Usted con carácter urgente un encuentro, con la modalidad que corresponda.
Nos negamos a convertirnos en "Zona de sacrificio". Mendoza le dijo NO al extractivismo.
EL AGUA DE MENDOZA NO SE NEGOCIA.
A.M.P.A.P
Asambleas Mendocinas por el Agua PuraTupungato por Agua Pura
Asamblea Maipucina por el Agua
Pibes Autoconvocades San Carlos
Asamblea por los Bienes Comunes Malargüe
Asamblea Popular por el Agua
Asamblea por el Agua San Rafael
Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata
Asamblea Socio Ambiental por el Agua de Guaymallén
Asamblea por el Árbol
Asamblea de Las Heras Por el Agua Pura
Les pibes autoconvocades Tunuyán
Autoconvocados de San Carlos
Asamblea del Pueblo de Alvear
Asamblea por el Agua Pura y los Bienes Comunes de Luján de Cuyo
Autoconvocadxs por el agua Tunuyán
Asamblea Socioambiental Zona Este
Asamblea por el Agua de Godoy Cruz