Elisa Carrió y Ernesto Sanz han acordado una estrategia para aliarse con el macrismo para las elecciones presidenciales de 2015 más allá de lo que sus socios del Frente Amplio Unen opinen al respecto, como reveló la diputada nacional este lunes desde Corrientes. Entre ambos, no obstante, hay una contradicción pesada respecto a una conducta trascendente para el futuro del país: Sanz pregona copiar el modelo del Pacto por México, mientras Carrió asegura -como una multitud de dirigentes de todo el mundo- que la opción mexicana persiguió el blanqueo de los líderes del narcotráfico en la administración del Estado.
La contradicción está a la vista. Surge sin más trabajo que el de revisar el Facebook del senador nacional por Mendoza y presidente de la UCR nacional y las declaraciones vertidas por Carrió hace unos días y levantadas, entre otros medios, por el diario La Nación. La diputada nacional acusó a los promotores de copiar el Pacto por México en Argentina de abrir las puertas del Estado a los narcotraficantes, sin reparar en que uno de los principales promotores de la transferencia de esa experiencia mexicana a la Argentina es su principal socio, el titular del Comité Nacional de la UCR.
Para Carrió, la moción de Sanz promueve hacer "la vista gorda" al narcotráfico.
"A mí me han ofrecido formar parte de este acuerdo pero no vamos a participar de algo que es lo que se conoce como un pacto de México. Es una propuesta del establishment, los sectores concentrados de la economía y los grupos mediáticos que pretenden lo que se llama el Pacto de México, que tiene una cláusula no escrita, la vista gorda al narcotráfico. Por eso ahí no vamos a estar. Este es el gran Pacto de México que tiene por detrás a Eduardo Duhalde y a De Mendiguren", sostuvo Carrió citada por La Nación.