Una multitud tomó este 8 de marzo las calles del centro de Mendoza en protesta por la violencia contra las mujeres, lesbianas, travestis, transgénero y disidencias sexuales, un flagelo que azota al mundo y del cual esta provincia tiene casos emblemáticos para exhibir.
La marcha, que reunió a unas 20 mil personas según cálculos de las organizadoras, culminó con un festival en la plaza Independencia en el que se leyó un potente alegato político contra la injerencia del FMI en la región, la responsabilidad del Estado en la perpetuidad de la violencia y hubo exigencias puntuales al gobierno de Mendoza.
Una bandera con los rostros de Abigail Carniel, Gisela Gutiérrez y Viviana Luna, tres desaparecidas en Mendoza, encabezó la marcha, con sus familiares exigiendo a jueces y fiscales que la investigación avance.
Precisamente estos tres casos acompañaron las consignas principales de la marcha como punta de lanza para recordar otros como el de Johana Chacón y el de Soledad Olivera o el de Florencia Romano.
Sobre Florencia, el documento volvió a insistir en la nula perspectiva de género del personal policial y que contribuyeron al desenlace en un femicidio. Entre ellos se apuntó al renunciante jefe de Policía Roberto Munives (aunque dejó la fuerza por protagonizar un caso de corrupción meses después) y del ministro Raúl Levrino, al que le volvió a pedir la renuncia.
"Se sabía, se sabía, que a los violadores los cuida la policía", "Alerta, alerta, alerta que camina la marea feminista por las calles mendocinas", son algunas de las consignas que se corearon en el trascurso de la marcha.
La multitud fue tal que en un momento del recorrido el primer tramo de la marcha -que había arrancado en Colón y San Martín- siguió por San Martín hacia Las Heras y otra se desvió por Espejo, ambas columnas siguieron siendo masivas y confluyeron en Patricias y Espejo, para luego llenar la plaza.
Fueron miles y miles con pancartas de gremios, agrupaciones políticas, barriales, campesinas, estudiantiles. Muchas llevaban consignas escritas sobre cartones y papeles con fibra y glitter. Todas aunaban el grito de justicia y por el fin de la violencia.
Al llegar a la plaza un festival de tambores fue la antesala de la lectura del documento final consensuado en las asambleas de Ni Una Menos Mendoza.
Las desaparecidas en democracia, la Justicia con nula perspectiva de género, el abandono de las mujeres, trans, no binarios y otras disidencias sexuales por parte de las políticas públicas, la deuda externa que ahoga la soberanía nacional, la entrega de tierras por parte del Gobierno de Mendoza a grupos privados, el reclamo por el paradero de Tehuel De la Torre y Guadalupe Lucero, el encarcelamiento de Milagro Sala y la separación de la iglesia del Estado fueron algunas de las demandas centrales.
Este es el documento completo que se leyó al finalizar la marcha en la plaza Independencia: