Las empresas mineras que buscan cobre en la cordillera de Malargüe trajeron la maquinaria y la mano de obra de afuera de Mendoza. Lo reveló este lunes el intendente Celso Jaque, preocupado por el escaso trabajo que estos proyectos han generado en el departamento sureño.
El jefe comunal aseguró que la posibilidad de generación de trabajo es la pata en la que se apoya la licencia social que esta actividad tiene en ese departamento. La promesa de trabajo que representó en su momento la mega obra Portezuelo del Viento fue usada, por ejemplo, por el exintendente Juan Manuel Ojeda (UCR-PRO) en la campaña que lo llevó a ganar las elecciones en 2019.
La generación de trabajo es, además, uno de los caballitos de batalla del lobby minero para vencer la resistencia social que la megaminería contaminante tiene en esta provincia, donde los índices de empleo privado en blanco, y de pobreza e indigencia -en este caso el más alto del país en el Gran Mendoza- están en rojo.
Sin embargo, hasta ahora es poco y nada lo que estas empresas volcaron en Mendoza. Es más, el Gobierno ha pagado obras y puso maquinaria de Vialidad para convencerlos de invertir.
Sin ir más lejos, Cornejo le pagó el arreglo de caminos a Geometales S.A., de Marcelo Mindlin -quien le compró la empresa a Ángelo Calcaterra, el primo de Mauricio Macri- para que avance con la extracción de cobre en los yacimientos El Burrero, Las Choicas y La Adriana, en Malargüe. Lo propio hizo Rodolfo Suarez financiando con dineros públicos las perforaciones de Hierro Indio.
En la víspera, Cornejo anunció que podrá disponer libremente de la plata que iba a ser para Portezuelo mientras traza un plan de obras para entregar agua de los ríos a las mineras bajo la institucionalidad del Código de Aguas. Jaque y el resto de los intendentes del sur, no fueron convidados a esa discusión.
"Estamos pidiendo que se priorice la mano de obra local. Han habido algunos proyectos que se están desarrollando en estos días en la prospección, pero trajeron equipos de otras provincias", señaló Jaque, en el marco de declaraciones abonadas por el desaire de Cornejo.
"Esto tiene que ver en cómo se otorga la Declaración de Impacto Ambiental, obligación de contratar mano de obra local, obligación de servicios que se puedan contratar en la zona. Esto me preocupa", recalcó en una entrevista en radio Nihuil.
"En Malargüe hay mano de obra calificada y torres de empresas que han sido usadas para el petróleo y son las mismas que pueden ser usadas en la minería. Hay mano de obra social pero tenemos que usarla para no erosionar la licencia social que hoy tenemos en Malargüe. El miedo que hay es que si había 1.023 millones de dólares que eran para Malargüe, de pronto lo sacás, y decías que ahora es para todos... bueno pensás que es una burla".
