Exclusión electoral

La democracia expulsiva crece en Santa Fe con más abstención que participación en Rosario y la Capital

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Maximiliano Pullaro volvió a festejar con el abstencionismo en ascenso.

Las elecciones municipales en la provincia de Santa Fe realizadas este domingo dejaron un dato que inquieta tanto a politólogos como a autoridades electorales: la participación apenas alcanzó el 52% a nivel provincial, con niveles aún más bajos en las ciudades más populosas. Ese resultado despejó dudas sobre el abstencionismo: lejos de ser una respuesta aislada, se consolida como tendencia en Santa Fe y como amenaza para el sistema democrático nacional.

Si las mayorías sociales dejan de votar, las minorías organizadas definirán el rumbo de las ciudades.  Al establishment se le facilita poner un presidente, un gobernador o un intendente cuanto mayor es el abstencionismo. Y eso, en democracia, también es una forma de exclusión.

Según los datos del escrutinio provisorio, sobre un padrón de 2.842.361 electores habilitados en toda la provincia, poco más de la mitad acudió a emitir su voto.

El promedio provincial de participación enmascara realidades locales dispares. Las ciudades de mayor peso demográfico como Rosario y Santa Fe Capital se ubicaron por debajo del umbral general: 48,33% y 46,47% respectivamente. En Venado Tuerto, el ausentismo fue aún más marcado, con una participación que descendió al 42,32%. También mostró señales de distanciamiento ciudadano Reconquista, con un 45,85% de participación. Solo Rafaela logró mantenerse ligeramente por encima del promedio con un 52,45%.

Este patrón no es nuevo, pero se ha profundizado en los últimos turnos electorales. La tendencia a menor participación en centros urbanos grandes se vincula, según diversos especialistas, a una multiplicidad de factores: desde el descreimiento en la clase política y la falta de propuestas diferenciadoras, hasta problemas logísticos, apatía cívica o incluso desconocimiento sobre los cargos en disputa.

El peso de Rosario es incomparable

En diálogo con medios locales, referentes del Tribunal Electoral advirtieron que los niveles de concurrencia en Rosario y Santa Fe Capital son motivos de preocupación. Rosario es la ciudad más populosa de la provincia,  con más de 800 mil electores habilitados. Su padrón es dos veces y media más grande que el de la capital santafesina, la segunda jurisdicción con más peso electoral.

Escrutinio provisorio del gobierno de Santa Fe. Elecciones a concejales del 29/06/2025
JURISDICCIÓN
ELECTORES HABILITADOS
PARTICIPACIÓN (%)
Total provincial 2.842.361 52
Santa Fe Capital 327.444 46,47
Rosario 817.146 48,33
Rafaela 83.002 52,45
Venado Tuerto 68.613 42,32
Reconquista 64.631 45,85

Las dificultades de los candidatos listados en la contienda para traccionar votos en los barrios más postergados son identificadas entre las causas que pudieron contribuir al magro desempeño de la participación ciudadana en las urnas. En Santa Fe Capital, el clima de desafección se percibió desde semanas antes de los comicios, con escasa presencia de actos de campaña y bajo movimiento en los comandos partidarios, respecto a contiendas del pasado.

Más allá de las especulaciones, la contundencia de los datos obliga a una reflexión institucional. El voto en Argentina es obligatorio, pero las sanciones por no votar son irrisorias, debido a que no son usadas como herramienta de presión a los ciudadanos para concurrir a las urnas. Más complejo es el hecho de que la cultura política parece haberse corrido hacia la pasividad, empujada por la pérdida de confianza ciudadana en las elecciones como herramienta para transformar su realidad o bien en la desazón con las posibilidades que le asigna a su voto en la definición final.

Rarezas y advertencias del proceso santafesino

Otra llamativa situación planteada en torno a los comicios municipales santafesinos estuvo dada por el desinterés de la oposición provincial por los cargos en danza en 145 de las 366 localidades de la provincia, en los que la alianza Unidos, representando al oficialismo del gobernador  Maximiliano Pullaro, ganó los cargos en juego sin competencia, ya que no se anotaron rivales.

Más allá de todo, lo más preocupante que dejó la contienda santafesina es que el elevado abstencionismo no fue una sorpresa, sino la confirmación de una tendencia. La persistencia de la baja participación, particularmente en los centros urbanos, encierra un riesgo latente para la salud de la democracia. Si las mayorías sociales optan por la abstención, el rumbo de las ciudades y, por extensión, de la sociedad, quedará en manos de minorías organizadas. Esta situación, si bien formalmente democrática, puede derivar en una forma de exclusión, donde las voces de la mayoría silenciosa quedan relegadas y las decisiones políticas no reflejan la diversidad de intereses y necesidades de la población.

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