Megacausa D2

"En el D2 había niños que fueron secuestrados para torturar a sus padres y madres"

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En representación del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Viviana Beigel describió el rol preponderante del D2 en el plan genocida en Mendoza. Fue en la cuarta audiencia del decimotercer juicio por crímenes de lesa humanidad que se lleva adelante en esta provincia, en la cual la abogada hizo foco en las atrocidades que se cometieron en el centro clandestino de detención.

Beigel se refirió además a las edades de las víctimas -334 personas en total-. "Todas las víctimas son muy jóvenes, no pasan de los 20, 25 años de edad. En el D2 había niños que fueron secuestrados para torturar a sus padres y madres", señaló.

"El D2 fue la puerta de entrada a las torturas a las violaciones, a las ejecuciones y a todo tipo de tratos inhumanos, crueles y degradantes", remarcó en otro tramo de su alegato de apertura, en el que compartió la acusación contra los 27 imputados (puede verse completa aquí).

Beigel resaltó la investigación " de más de 30 años llevada adelante por el MEDH" y reconoció en ese sentido el trabajo de Elba Morales "que recolectó testimonios de sobrevivientes y familias de las víctimas, además de la prueba documental. Llegamos a este juicio 16 años después gracias a la fiscalía y a los organismos de derechos humanos".

La querellante del MEDH indicó que este "es un juicio que se enmarca en la represión ilegal sistemática de la década del 70 que gestó este lugar que fue el D2. En ese edificio se ejecutaron cientos de torturas, desapariciones forzadas, fue un lugar de eliminación física".

Luego remarcó que "la teoría del caso es que en el D2 todos los imputados cumplian funciones. Los comandantes en jefe de la armada habían adoptado un modus operandi del secuestro y la aprehensión mediante inteligencia, tormentos y uso de estos lugares para secuestrar mas personas para el exterminio de quienes ellos consideraban subversivos".

"Montaron una maquinaria de la muerte que fue el d2, un engranaje que permitió que los crímenes se cometieran de manera sistemática. Los sumarios que dejaron nos dan cuenta de la mecánica: la detención e incomunicación y no era detención sino secuestro, sin orden judicial, con allanamientos y torturas. Generaron las ratoneras donde se quedaban para seguir secuestrando a quienes llegaban al lugar, las declaraciones se tomaban bajo torturas, con personas vendadas, con revólver en la cabeza, con personas que no sabían qué decía la declaración", se explayó.

"El D2 fue la puerta de entrada a las torturas a las violaciones, a las ejecuciones y a todo tipo de tratos inhumanos, crueles y degradantes. Todas las víctimas son muy jóvenes, no pasan de los 20, 25 años de edad, había niños que fueron secuestrados para torturar a sus padres y madres", subrayó.

Lorenzo y Peñaloza en el cierre

Luego fue el turno de la abogada Natalia Lorenzo, representante de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, quien citó el informe Nunca Más donde describe el D2, lugar de los hechos juzgados en este juicio.

Luego planteó que la importancia del actual proceso es reconocer a las víctimas que han sufrido hechos aberrantes cometidos por quienes hoy están imputados, saber qué les pasó a estas víctimas e identificar a los responsables.

Por último, Fernando Peñaloza de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación realizó una breve intervención en la que se preguntó por la relevancia de este juicio.

Así, afirmó que las condenas que se han dictado en juicios previos no solo tienen un sentido punitivo, sino poder simbólico y poder constitucional.

"Una sentencia de un tribunal civil de la democracia es más que relevante para poder entender qué fue lo que sucedió", argumentó.

Planteó luego que el verdadero desafío le cabe al tribunal, dado que es el encargado de fijar cuáles son los hechos y qué sucedió en el D2 entre el 75 –o antes, quizás– y el 83. Para el abogado, e juicio tiene dos aportes: uno relacionado con la oposición al negacionismo y otro relacionado con la memoria, la verdad y la justicia. Para cerrar su intervención, pidió que el D2 sea declarado formalmente Centro Clandestino de Detención —a igual que el campo Las Lajas en juicios previos— por lo que significaría a nivel institucional que una sentencia judicial de un tribunal de la democracia lo reconozca como tal.

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