El ministro de Educación, Nicolás Trotta, se reunió con sus pares de Santa Fe, Buenos Aires, CABA, Entre Ríos y Mendoza para abordar la situación de los aglomerados urbanos de sus jurisdicciones, que se encuentran a la fecha en situación de alarma epidemiológica y sanitaria a partir de la vigencia del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 287.
Mendoza es una de las provincias que no suspendió las clases presenciales pese al aumento exponencial de contagios -desde marzo entre alumnos y docentes los contagios representa el 10% del total provincial- pese al clamor de los gremios y asociaciones de padres.
Entrevistado en El Destape, Trotta remarcó: "Lo conversaba con el ministro de Mendoza. La realidad es que suspender la presencialidad es una mala noticia, como también restringir la circulación, cerrar locales a la noche, pero es lo que tenemos que hacer en el marco de disminuir la circulación. Tenemos que ser conscientes de esa realidad, porque hay jurisdicciones que se niegan a asumir políticas restrictivas pero luego piden al estado nacional hospitales de campaña o respiradores, y el estado nacional hace todo lo que sea posible. Nosotros lo que pretendemos es que no se especule en un momento como este".
Trotta fue un férreo defensor de la presencialidad hasta pocas horas antes de que Alberto Fernández ordenara la suspensión de las clases presenciales. Con los índices epidemiológicos en rojo y la orden presidencial, luego el funcionario se alineó con la postura presidencial.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Rodolfo Suarez volvió a defender la presencialidad en las escuelas "todo lo que se pueda".