Dedicó su vida a la defensa de los Derechos Humanos y el reclamo de justicia para que los genocidas de la dictadura cívico militar fueran juzgados y encarcelados.
Raquel Gvirtz de Arcuschin, dirigente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, falleció tras dedicar su vida en la defensa de los Derechos Humanos y el reclamo de justicia para que los genocidas de la dictadura cívico militar fueran juzgados y encarcelados.
Gvirtz de Arcuschin fue una de las catorce mujeres que el 30 de abril de 1977 decidieron hacer visible su reclamo por la desaparición de sus hijos movilizándose hacia la Plaza de Mayo.
"Raquel se consagró a la búsqueda de su hijo Miguel Sergio, de su nuera Noemí y de su nieto/nieta nacido/a en cautiverio desde aquel primer encuentro", recordó en un comunicado la Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
Miguel Sergio Arcuschin fue secuestrado junto con su esposa Noemí Josefina Jansenson de Arcuschin, embarazada de casi tres meses, en la madrugada del 13 de septiembre de 1976 y desde entonces permanecen desaparecidos.
Miguel Sergio Arcuschin tenía 19 años cuando fue secuestrado junto con su esposa Noemí Josefina Jansenson de Arcuschin, embarazada de casi tres meses, en la madrugada del 13 de septiembre de 1976 en Capital Federal y desde entonces permanecen desaparecidos. Ambos militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios.
Hasta el último minuto de su vida Raquel siguió buscando a su nieta o nieto. Por eso también integraba la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo.
En septiembre de 2001, ante la Comisión Israelí por los Desaparecidos Judíos en la Argentina, Raquel dijo que cuando comenzó en la Plaza de Mayo, “me daba la impresión que mi hijo me pedía que esté ahí en la plaza, y encontrarnos con todas las que teníamos el mismo problema”.
Los padres de Raquel eran judíos de nacionalidad rusa y tuvieron que huir de su país cuando estalló la primera guerra mundial. Llegaron a Argentina siendo muy pobres y se instalaron en la provincia de San Juan de donde tuvieron que emigrar al poco tiempo buscando mejores condiciones de trabajo. Más tarde se radicaron en Buenos Aires y Raquel conoció al padre de su hijo, Elías Arcuschin.
Raquel será sepultada el domingo en el cementerio de Berazategui.